LAS ELECCIONES YA SE REALIZARON EL 18 DE OCTUBRE DE 2019: FUERA
PIÑERA, A CERRAR EL CONGRESO NACIONAL, CONSTITUIR UN GOBIERNO POPULAR, ASAMBLEA
POPULAR PLURINACIONAL PARITARIA CONSTITUYENTE AUTOCONVOCADA.
«Contra la estupidez, los propios dioses luchan en vano».
“Mit der Dummheit kämpfen Götter selbst
vergeben”. Friedrich von Schiller.
No en nombre de
nosotr@s: Plebiscito de 1988,
proceso constituyente 2020.
El mismo
von Schiller nos señala que “hablar con mucha cortesía a veces conquista y otras empalaga”. No nos compromete ningún cálculo electoral o
de otra índole. Nuestra posición es
insobornable junto a la dura caminata de los Pueblos y l@s Trabajador@s por su
emancipación humana y social. Nuestros
55 años de existencia como Organización Política situada en el Campo Popular,
nuestra práctica política y teórica, nos avalan para señalar nuestra política
ante la coyuntura. Lo hicimos en 1988 y
lo hacemos en este 2020. Nuestra
posición no surge de cabezas afiebradas o descerebrados, no nace de visiones
aventureristas. No somos iluminados y no
pretendemos suplantar al movimiento popular en su devenir concreto. Y así como no inventamos la toma de fábricas
y fundos, así como no inventamos las corridas de cerco, en un pasado reciente,
tampoco somos la causa del alzamiento popular iniciado el 18 de octubre de 2019
ni tampoco somos el origen de las Asambleas Populares o las Asambleas
Territoriales como órganos que encauzan el contrapoder de l@s populares en el
presente. Simplemente somos, diseminados
en diversas expresiones rojinegras, parte de ese proceso que busca sepultar el
sistema de dominación capitalista monopólico-financiero y parir un nuevo tipo
de Estado sustentado en el poder popular, respetuoso del Ser Humano y la
Naturaleza. Estado que debe comenzar a
extinguirse apenas nazca, para dar paso a una sociedad comunista.
En el segundo semestre de 1986 comenzó a fraguarse
el acuerdo para que la dictadura militar hiciera el traspaso de sus funciones a
civiles. En ese contubernio participó
Estados Unidos, la iglesia católica, la propia dictadura a través de sus
testaferros civiles y la alianza democrática que supo sumar a partidos
políticos del Movimiento Democrático Popular, en específico al Partido
Socialista y al Partido Comunista. De
esa forma, entre 1986 a 1989 se verificó la “transición a esta democracia” que
nos gobierna desde el 11 de marzo de 1990 y que se sustenta en la constitución
política de 1980. Todo esto tras el “Acuerdo
Nacional para la Transición a la Plena Democracia (agosto de 1985)”[1]. La Historia se repite, primero como tragedia,
luego como una mera comedia.
Triunfó el NO en las urnas, pero finalmente ganó el
SÍ en términos estratégicos: era el SÍ a
la constitución política de 1980 y todo el andamiaje institucional que permitía
la plena dictadura militar del conjunto de la burguesía, pero ahora validada
por la manifestación de voluntad de millones.
El engaño fue perfecto. 30 años
demoró la respuesta, un 18 de octubre de 2019.
Sin embargo, un aspecto sustancial de este proceso
fue la consolidación de la refundación social burguesa iniciada a fines de 1974
por la fracción monopólico-financiera, que requería para su proyecto histórico
de la paz social, que le aseguró la “democracia” desde el 11 de marzo de
1990. Se consolidó el exitismo, el
egoísmo, el salvarse en forma individual, la negación de la participación
política y social, la dicotomía que se levantó entre lo social y lo político, el
consumismo. Aparecieron los gigantescos
mall, los megasúpermercados, las tarjetas de crédito, el sueño del auto y la
casa pagados en módicas cuotas mensuales, la casa en la playa, la Educación en
colegios-liceos-universidades privadas, la Salud privada, ya había ocurrido el
ingreso obligado a las AFP (aspecto que a nadie preocupó, sino después de 25
años). De hecho en la franja televisiva
del NO ya aparecía el nuevo chileno, ganador, talentoso, sin miedo, exitoso. Comenzó a aflorar el chileno ganador,
apolítico, que sólo se interesaba por el fútbol, las teleseries. Podríamos multiplicar los ejemplos por miles
(pasar de consumir aceite en bolsas de un ¼ a botellas de litro; de la
citroneta a vehículos todo terreno). El
sueño duró 30 años (un sueño en donde los medios de comunicación oficiales, y
no tanto, se dedicaban a blindar una “cultura” del exitismo, del egoísmo, del
hedonismo, en donde se llegó a tener como una sola utopía el llegar al viernes
para olvidar la brutal y bestial semana laboral). 30 años que no debemos olvidar jamás, 30 años
de injusticias, de impunidad, de vergüenza, de tanta traición, en donde sólo un
puñado de luchador@s se atrevió a cuestionar lo que estaba ocurriendo. Las futuras generaciones deberán hacer un
fenomenal esfuerzo para entender cómo se aguantó 30 años de imposturas, de
fraude, de humillación ocultada en una seudodemocracia.
No podemos olvidar el rol que jugó el ex reformismo,
que luego paso a formar parte del Bloque Político de Estado, a la contribución
de la “paz social”. Recordemos el papel
de la Central Unitaria de Trabajadores, que negoció sueldos mínimos de hambre,
que señaló que no se debían hacer olitas a la “democracia”. No olvidar que fue el militante del Partido
Comunista, Jaime Gajardo, que avaló con su firma la reforma educacional que
destrozó la Educación, convirtiéndola en una mera correa transportadora de la
ideología de la clase dominante.
El MIR, el Movimiento Juvenil Lautaro, el Frente
Patriótico Manuel Rodríguez-Autónomo, y tres fracciones del Partido Socialista
(entre ellas el Partido Socialista Dirección Colectiva), llamaron a boicotear
el plebiscito de 1988 y proseguir la lucha a través de la protesta popular, la
cual básicamente se desarrollaba en las Poblaciones, aspecto que se debe
recuperar y profundizar en el presente.
Coincidimos letra por letra, palabra por palabra, en
lo señalado por el Comité Central del MIR de la época: “La imposición del plebiscito es el resultado de la ofensiva de las
fuerzas del Régimen, de las clases dominantes y el imperialismo, para intentar
consolidar en lo político, un modelo económico y social de
superexplotación. A través del
plebiscito, los dueños del poder y la riqueza, pretenden dar además dar
legitimidad a la institucionalidad construida por la dictadura a sangre y fuego”[2].
2020
El 18 de octubre de 2019 se hizo trizas la
“democracia” mentirosa, de baja intensidad, supeditada al imperialismo y que
sólo beneficia al 1% de la población. La
acción directa ejercida por los estudiantes, por los jóvenes, simbolizada en la
evasión en varias estaciones de metro, y en donde la Asamblea Coordinadora de
Estudiantes Secundarios, ACES, jugó un rol protagonista, encendió una pradera
que ya no podía soportar tanta mala Vida.
De inmediato, los sectores más postergados, los más golpeados por el
sistema de dominación, se sumaron a la acción directa, al ejercicio inmediato
de la expresión de voluntad y salieron a las calles en busca de los siempre
negado. Esos hechos, esas expresiones de
descontento, esa demostración de fuerza concreta, gatilló que amplios sectores
de la pequeña burguesía se sumaran al descontento y bajo sus formas de lucha se
plegaran al movimiento. Los partidos
políticos del congreso nacional, el propio Tirano Asesino Piñera, quedaron
superados y marcados como los causantes de la injusticia y la impunidad
prolongada por 30 años.
Sin embargo, la derecha, la ex concertación hoy
nueva mayoría y sus hijos, la mesa de unidad social y el frente amplio,
rápidamente se recuperaron del impacto y así surgió el “acuerdo por la paz y
nueva constitución[3]. De inmediato señalar que este acuerdo que
lleva envuelto el denominado “proceso constituyente” no es un triunfo del
Pueblo, como se ha pretendido hacer pasar, sino que es la acomodación de la
dominación a través de sus expresiones políticas para mantener la
institucionalidad que permita la acumulación de capital, ganancias y utilidades
a los grupos económicos verdaderos dueños de Chile. Veremos cómo en este periodo encontramos dos
acontecimientos que se hacen pasar como triunfos, como victorias, y en realidad
no son más que derrotas para el Campo Popular.
Si se lee quienes firmaron el famoso acuerdo, se verá que es “pura buena
gente” que nos han cagado la Vida durante 30 años, bueno, 47 para ser más
exactos[4]. En tanto, el ex glorioso, es decir, el
Partido Comunista, en una jugada que intentó no dejarlo tan en evidencia, y
querer demostrar que le quedaba algo de decoro (nos referimos a su actual
dirección política traidora y no a la Militancia honesta de las bases), no
concurrió de inmediato a la firma del nefasto acuerdo[5]. Sin embargo, palabras más o palabras menos,
se sumó gustoso a la convocatoria que hizo el Tirano Piñera (recordemos que en
1988 levantó la famosa consigna “NO, hasta vencer”, la cual todavía andan
descifrando en su significado numerosos filósofos y sociólogos, además de
historiadores).
Como señalábamos, con relación a hacer pasar como
victorias lo que son derrotas en medio de la pandemia debido al corona virus y
debido a la ineficacia brutal del gobierno de turno para atender las
necesidades de millones azotados por la enfermedad, la cesantía y la falta de
recursos, la ex concertación hoy nueva mayoría, junto al frente amplio,
presentaron un proyecto de ley que permitiera sacar el 10% de los fondos
previsionales desde las tristemente célebres AFP. De
inmediato se hizo pasar el proyecto “como un logro del alzamiento
popular”. Lo que escondía, en realidad,
era que con ese hecho el 1% más rico de Chile se desligaba de aportar a la
solución de apoyar a quienes lo necesitan y l@s propi@s Trabajador@s pasaban a
pagar la crisis. Vital resultó la
opinión política, dicha a tiempo y a contrapelo, del Círculo de Estudios
Políticos Miguel Cabrera Fernández[6],
quienes advirtieron el gato por liebre que significaba la ley (que después
contó con votos incluso de la UDI). En
los mismos días, el congreso nacional, el mismo que aprobó cuanta ley represiva
le envío el Tirano Asesino Piñera, le otorgaba créditos a los grupos económicos
dominantes en Chile de los propios fondos de las AFP. Y hoy, mientras se escribe este artículo, José de Gregorio señala que los dineros
frescos, resultantes del retiro del 10% de los fondos de los propios
Trabajador@s van a impactar positivamente en los indicadores económicos: ¡¡¡l@s
propi@s Trabajador@s salvando a la clase dominante!!!
La ley 21200[7]
(y ojalá quienes quieren contribuir con su manifestación de voluntad sea
aprobando o rechazando el mentado y julero chamullo, la leyeran a lo menos una
vez), es el marco regulador del proceso constituyente convocado por Piñera, la
derecha, la ex concertación hoy nueva mayoría, el frente amplio y la mesa de
unidad social. En lo esencial, el
llamado se realiza para paralizar y desarticular el alzamiento popular en
marcha.
Nos equivocábamos cuando decíamos que “si votar
sirviera de algo, estaría prohibido”.
Votar sirve de algo: permite que los ya poderosos digan una vez
realizadas las elecciones “ahora te podemos explotar tranquilo, tú ya nos diste
tu permiso”.
Sin embargo, sabemos que el apruebo va a resultar
ganador en el chamullo constituyente. No
es fácil romper con las leyendas, los mitos, las creencias, que la propia clase
dominante va inoculando en el conjunto de las clases sociales subalternas. Son décadas, siglos, de dominación, lo cual
no concluye en 9 meses. Con ese
resultado, los partidos políticos sirvientes (que constituyen el Bloque
Político de Estado) del Bloque en el Poder (constituido por los grupos económicos
dueños de Chile), han de redactar un nuevo engendro, que en esencia ha de
mantener la institucionalidad establecida en la dictatorial constitución
política de 1980.
Con todo, para el Campo Popular el camino está
trazado desde el 18 de octubre de 2019 y sólo ha de concluir con el
derrocamiento de Piñera, de todo su gobierno y sepultando todo y cada uno de
los elementos del sistema de dominación capitalista y para que eso ocurra se
debe continuar con las acciones directas, desde las más simples a las más
complejas, de un modo permanente e ininterrumpido y no participar en el
chamullo constituyente. Es la hora de
los de abajo, de los nada, de los nadie, de los ninguneados, de los humillados
y marginados de siempre.
En estos 55 años de existencia el MIR no sólo ha
sido valentía, heroísmo, arrojo, sino que también aporte teórico, aporte en el
campo de las ideas. Hemos nacido
porfiados y seguiremos tercos. Ello
valió la persecución brutal de la dictadura militar a través de la dina-cni-sifa-dine. Las ideas y la práctica político-teórico del
MIR siguieron presentes, incluso luego de la penosa división ocurrida en
1987. Terminamos estas palabras con
algunas de la declaración del Comité Central en 1988: “Levantamos nuestra
posición frente a la situación política actual y al plebiscito, con la certeza
moral y política de un partido del campo popular que desde los primeros
momentos de golpe militar ha luchado con todas sus fuerzas y medios por
conquistar una democracia sin restricciones para nuestro pueblo”[8].
NI APRUEBO NO RECHAZO, TODO SE CONQUISTA EN LAS CALLES
FUERA PIÑERA, A CERRAR EL CONGRESO NACIONAL, CONSTITUIR UN
GOBIERNO POPULAR, ASAMBLEA POPULAR PLURINACIONAL PARITARIA CONSTITUYENTE
AUTOCONVOCADA
“Dixi el
Salvavi animan meam” (lo digo y he
salvado mi alma, lo decimos y salvamos nuestra alma”.
BRIGADA DE PROPAGANDA MIR LUIS ALBERTO BARRA GARCÍA
Agosto
11 de 2020.
PD:
Dedicamos estas letras a nuestro Compañero, padre y amigo, Luis Barra García; a
nuestro Compañero y amigo Tobías Mijail Valenzuela Aguayo, a todas y todos los
Militantes anónimos, de base, del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, a los
ayudistas, a los que siguen en pie luchando no sólo por lo que fue el Partido,
sino que por lo que debe entregar en el presente. A todos los Militantes del conjunto de los
destacamentos revolucionarios chilenos, el MJL, el FPMR-A, las fracciones del
PS consecuentes, a los Anarquistas, a las Organizaciones Sociales anticapitalistas,
al Hermano Pueblo-Nación Mapuche.
[1]
http://www.bicentenariochile.cl/index.php?option=com_content&view=article&id=123:acuerdo-nacional-para-la-transicion-a-la-plena-democracia-agosto-de-1985&catid=16:pinochet-y-el-gobierno-militar&Itemid=9
“Fuad Chain, presidente del Partido Demócrata
Cristiano; Álvaro Elizalde, presidente del Partido Socialista de Chile; Heraldo
Muñoz, presidente del Partido por la Democracia; Luis Felipe Ramos, presidente
del Partido Liberal; Catalina Pérez, presidenta del Partido Revolución
Democrática; Jacqueline van Rysselberghe, presidenta del Partido Unión
Demócrata Independiente; Mario Desbordes, presidente del Partido Renovación
Nacional; Hernán Larraín, presidente de Evópoli; Javiera Toro, presidenta del
Partido Comunes; Carlos Maldonado, presidente del Partido Radical y Gabriel
Boric”.
Sólo la Lucha nos hará Libres
ResponderEliminarNo se transará con los grupos económicos..ya que nuestro fin es destruirlos.
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