viernes, 28 de febrero de 2020

SE FUE EL SANDWICH, SE FUE CUBILLOS…SE TIENE QUE IR EL TIRANO ASESINO Y TOD@S L@S DIPUTAD@S Y SENADOR@S.


SE FUE EL SANDWICH, SE FUE CUBILLOSSE TIENE QUE IR EL TIRANO ASESINO Y TOD@S L@S DIPUTAD@S Y SENADOR@S.

CHILE, MARZO DE 2020: Cada acción directa, cada actividad, por mínima y sencilla que sea, debe contener el objetivo político de derrocar al Tirano Asesino Piñera.

Por un Gobierno Popular de los Explotados, por una Asamblea Popular Plurinacional Paritaria Autoconvocada

El Bloque en el Poder no vacila un segundo en inmolar a quien sea para finalmente resguardar sus intereses históricos.  Para la patronal nadie es imprescindible, sólo su estrategia de dominación a largo alcance es lo que defiende.  Y en ese plano, la convocatoria que hace el propio Tirano Asesino Piñera, y que fue gustosamente aceptado por el criminal congreso nacional, para el 26 de abril para participar en el chanchullo constituyente no es más que otro paso para hacer creer que todo puede cambiar con un lápiz y un papel, tal como sucedió en 1988, cuando ganó el NO en las urnas, pero finalmente se dijo SÍ  a la constitución política de 1980.

Sin embargo, la salida de Cubillos del ministerio de “educación” es una clara señal de que el empuje del alzamiento popular hace mella en el bloque político de Estado (es decir, las representaciones políticas del actual gobierno de turno, es decir, la derecha, y la “oposición” o sea el Frente Amplio y la ex concertación hoy nueva mayoría, que ha sumado a su proyecto a organizaciones sociales del Campo Popular).

Se escucha decir, penosamente, que quienes llamamos a no participar en el chanchullo constituyente somos de derecha, cuando es la derecha que convoca al evento circense.  El sistema de dominación capitalista, el conjunto de la patronal, la Vida plástica que teníamos hasta el 17 de octubre de 2019, que se hizo evidente con el alzamiento popular, requiere que las personas vayan a votar, pues cada voto le “hace entrar el amor” a la dominación, le permite legitimidad.

Finalmente, pero no menor, reproducir las palabras que hace ya más de cien años nos señalaran 2 Revolucionarios de marca mayor y que aparecen en un Documento que nos hiciera llegar el Círculo de Estudios Políticos MIGUEL CABRERA FERNÁNDEZ (Paine): “Toda la historia de la sociedad humana, hasta la actualidad, es una historia de luchas de clases (…); en una palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empeñados en una lucha ininterrumpida, velada unas veces, y otras franca y abierta, en una lucha que conduce en cada etapa a la transformación revolucionaria de todo el régimen social o al exterminio de ambas clases beligerantes” -Manifiesto Comunista, K. Marx y F. Engels.

Y así de simple es la cosa, o así de complicada si somos dialécticos: aquí tenemos la oportunidad de hacer trizas al Estado capitalista y terrorista chileno.  Están los actores, están las condiciones y está la decisión.  Marzo de 2020 debe ser el mes en donde derroquemos al Tirano Asesino Piñera.  Podemos darnos la Felicidad que es impedida por un grupo de miserables.

En marzo, sí no hay justicia para los pueblos y l@s trabajador@s que no haya paz ni chamullos electoreros para nadie

2 al 6 de marzo: Tomas y movilizaciones en cada uno de los Liceos y Escuelas de Chile. L@s estudiantes, profesor@s, co-docentes y apoderad@s, tod@s unid@s junto a los explotad@s y oprimid@s a luchar por una Educación Pública de Calidad, Gratuita, Democrática, Financiada, Laica, Antipatriarcal, al servicio de los Pueblos de Chile;

8 y 9 de marzo: Día Mundial de las Mujeres y Huelga General Antipatriarcal;

15 de marzo: Marcha por todo el país en Defensa de los Entornos y Recursos Naturales;

18 de marzo: Paro-Protesta Nacional, Productiva y Popular, a 5 meses del comienzo del Levantamiento de los Pueblos, l@s excluid@s y l@s explotad@s de Chile;

16 al 20 de marzo: Tomas y movilizaciones en todas las Universidades e Institutos de Chile. L@s universitari@s y técnic@s se suman al contingente secundario que lucha por la Educación Pública de excelencia y al servicio de las mayorías;

20 de marzo: Protesta Nacional en apoyo a la causa del Pueblo Mapuche;

22 de marzo: Día mundial del Agua; a movilizarse por su renacionalización y a defenderla como un derecho vital;

23 de marzo: Marcha Nacional por la Vivienda;

29 de marzo: Día de los y las Jóvenes Combatientes;

31 de marzo: Protesta Nacional contra las AFP;

Durante todo marzo: A reimpulsar la lucha popular en las calles y campos de todo el país, además de multiplicar y fortalecer las Asambleas Populares locales y sectoriales, unificándolas al nivel provincial, regional y nacional. A evadir, sabotear, marchar, ocupar espacios públicos, realizar velatones, cacerolear, cortar calles, caminos y carreteras, etc. Todo sirve, todo cuenta. Campaña “Con el Plebiscito y el Cuento Constitucional Nos Aíslan; la Lucha Nos Une”, de sabotaje y desenmascaramiento del tongo plebiscitario del 26/4 y del chiste “constituyente” de la derecha + los peleles de la ex Nueva Mayoría y el Frente Amplio.    
  

¡A convertir la ira social en Poder Popular!

¡Si no hay justicia para todo@s que no haya paz social ni plebiscito!

¡Que se vayan Piñera, los aprovechados y defensores del sistema de dominación e instauración de un gobierno popular provisorio!

¡A acompañar el levantamiento popular con un gran paro nacional productivo e indefinido!


¡Sólo la lucha y la unidad nos harán libres!


Andrés Morales
Febrero 28 de 2020.

miércoles, 26 de febrero de 2020

CIRCULO DE ESTUDIOS POLÍTICOS MIGUEL CABRERA FERNÁNDEZ:¡EN MARZO TODO CHILE SE TOMA LAS CALLES! ¡SI NO HAY JUSTICIA SOCIAL, QUE SE VAYAN A LA MIERDA CON SUS FALSOS PLEBISCITOS Y CHAMULLOS CONSTITUYENTES!



¡EN MARZO TODO CHILE SE TOMA LAS CALLES!
¡SI NO HAY JUSTICIA SOCIAL, QUE SE VAYAN A LA MIERDA CON SUS FALSOS PLEBISCITOS Y CHAMULLOS CONSTITUYENTES!

¡Sólo la Lucha y la Unidad nos Harán Libres!

Febrero 2020



“Toda la historia de la sociedad humana, hasta la actualidad, es una historia de luchas de clases (…); en una palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empeñados en una lucha ininterrumpida, velada unas veces, y otras franca y abierta, en una lucha que conduce en cada etapa a la transformación revolucionaria de todo el régimen social o al exterminio de ambas clases beligerantes”
-Manifiesto Comunista, K. Marx y F. Engels


Compañeras y Compañeros:

Cuatro meses se cumplen desde el inicio del levantamiento de l@s explotad@s y oprimid@s de Chile, aquel épico 18 de octubre. Un potente y aguerrido Movimiento Popular se ha logrado conformar a lo largo del país en éste corto período, el que ya cuenta con varios logros a su haber: despedazó la imagen de una formación social pacífica y sumisa ante los dictados del gran capital monopólico-financiero; con ello, puso término nada menos que a 33 años de reflujo de los sectores más avanzados de los pueblos y la clase trabajadora, luego de la derrota política y material sufrida por el heroico movimiento político-social antidictatorial en 1986; plantó cara a la jauría de politicastros de la derecha y a los que se autodenominan “oposición”, llegando a quitarles toda iniciativa, al menos entre octubre-diciembre; éste MP, que constituye la verdadera Oposición, apoyándose en la acción directa y la lucha callejera, parió una nueva y promisoria coyuntura para la causa de los pueblos y las clases subalternas, un inédito momento dentro del proceso de la lucha de clases, lo cual allana la senda hacia el cambio revolucionario que nuestra formación social requiere y demanda. Y cómo si fuera poco, ha producido un cambio cualitativo en la subjetividad de oprimidos y opresores; ya nadie en Chile percibe y actúa frente a la realidad como lo hacía hasta el 17 de octubre.

Ahora bien, todos esos frutos parecieran cuestiones poco concretas a la hora de la síntesis si se les compara con tantas demandas y aspiraciones enarboladas por el mismo MP y aún pendientes, pero no dejan de marcar una diferencia fundamental con cualquiera otra asonada o protesta importante de estas tres décadas de –digámoslo con sinceridad- estériles luchas por parte de los explotados y excluidos. Además, a diferencia de esas otras conocidas movilizaciones (2006-2010-2011-2016, etc.) y siempre gracias a una renovada y radical praxis, el valiente Movimiento Popular (MP) en curso no sólo no se deja amilanar por la cruenta represión o seducir por los cantos de sirena de los entreguistas y pusilánimes para que acepte encauzar su lucha en los marcos de la legalidad gorila. Antes bien, prosigue su andar y va agudizando de más en más las contradicciones clasistas, cuestionando abiertamente la legitimidad del modelo y dejando al desnudo a quienes lo sostienen/justifican.

Variadas amenazas y desafíos requieren la atención urgente por parte del MP, siendo el trimestre por venir cuando podrá demostrar si es capaz de superarlos adecuadamente. Ha de ser capaz de construir, prontamente, una propuesta estratégica y una organización que –impregnadas de los valores y anhelos que movilizan a las mayorías- le brinden el sustento necesario para poder seguir desplegando sus luchas; convertirse en la vanguardia política del conjunto de las clases y capas subalternas de nuestra formación; evitar sintonizar con los llamados de aquellos que sólo mantienen y reproducen el sistema de dominación/explotación, encarnados en la exNM, el neorreformista FA y sectores periféricos de ambos, y que aspiran a cooptar su movilización y sus banderas; oponerse a las exhortaciones que, melifluamente, le hace el bloque político de Estado (las derechas política y económica, la exNM y el FA), para que termine por encauzar sus energías en los estrechos márgenes de la actual democracia gorila, alentándole a participar del circo plebiscitario y todo el tongo constituyente que han preparado para intentar dar una imagen democrática y renovada al mismo inicuo y expoliador modelo de siempre; salir airoso por sobre la inmensa represión que se le deja caer desde los aparatos represivo y legal del Estado; y quitar de en medio a quienes desde su seno sólo lo convidan a rendirse, a dividirse o a confundirse, constituyendo estos una verdadera V Columna de los sectores dominantes y sus paniaguados aliados.

Actualmente, el levantamiento de los activos democrático-populares, que en un principio lucía robusto y extendido, atraviesa por un período transitorio de disgregamiento y de circunscripción de sus prácticas políticas a ciertos espacios definidos, sin llegar a comprometer una solución de continuidad en el mismo (en otra prueba de las profundas y amplias raíces que lo sustentan). Con todo, tirios y troyanos esperan que en marzo se rearticule la protesta masiva y rupturista de amplios sectores y frentes populares, con un carácter ascendente y capaz de irradiar hacia capas de nuestra formación que antes no participaban y/o no apoyaban las grandes movilizaciones de meses anteriores.


Movimiento Popular Chileno: Coyuntura y Perspectivas

Hablamos de un Bloque Político de Estado (BPE), útil conceptualización para comprender las prácticas políticas e ideológicas de quienes sostienen o avalan, en la arena de la política, los intereses de los enemigos de clase del MP. En estos días, sus integrantes se muestran ardientemente deseosos por enjaular y aplastar el MP, lo mismo que con todo atisbo de cuestionamiento al modelo económico-social y político heredado de la dictadura cívico-militar. Así, no resulta extraña la similitud en contenido y alcances entre los análisis de coyuntura de destacadas figuras dentro de esa entidad: del “socialista” Enrique ‘Guatón’ Correa (de Imaginaccion, 31/1); del inefable y también “socialista” Ricardo Lagos (en su exposición en el CEP, 22/1); de Eugenio Guzmán, ideólogo UDI (en Libertad y Desarrollo Nº312, 12/19); del presidente del agonizante PDC, Fuad Chahin (Pauta.cl, 26/11); del presidente de RN, ‘oveja negra’ Desbordes (Radio Clave, 19/11), y las de otros peces gordos que nos ilustran con sus opiniones sobre la intríngulis social por la que atravesamos.

Y nos parece acertado realizar nuestro análisis de la coyuntura y de las perspectivas del MP chileno haciendo un contrapunto con las visiones que tienen aquellos adalides del modelo de explotación/dominación impuesto hace ya 46 años, pero profundizado y mejorado a lo largo de las últimas tres décadas. El mismo inicuo y desigual sistema que ya no desea seguir soportando casi el 90% de la población (encuestas dixit). Además, aparte de desnudar sus falsedades, la comparativa nos permitirá evidenciar las infames intenciones de nuestros enemigos relacionadas con el combate que -en todos los terrenos- desencadenan sobre l@s que hoy por hoy se movilizan por sus derechos y demandas y también en contra de quienes les apoyan. Finalmente, quedarán en evidencia las falacias y errores de aquell@s que, dentro de la izquierda, consciente o inconscientemente, intentan que el MP pise el palito de sus enemigos más enconados.   

El país no se derrumbó, dicen ellos; pero, las demandas y necesidades populares pasaron a tener una importancia que nunca antes se les quiso dar:

Efectivamente, en el período se observan indicadores económicos positivos y negativos, lo mismo que en tiempos anteriores, aunque el dogma del “crecimiento” pasó a tener una importancia relativamente menor. No obstante, una notable diferencia surge al observar que ha ocurrido con las alzas de precios que se anunciaban antes del 18/O en áreas sensibles para la mayoría nacional y que ocurrió luego, en circunstancias que tuvieron que postergarse o simplemente no se podrán verificar: transporte, electricidad (se congeló el incremento de 9,2%), agua, etc. Como no hay ley de los de arriba sin trampa, algunos de estos cobros estancados son verdaderos créditos, ya que se les deberá devolver a las empresas que monopolizan tales sectores a partir de 2021. Ergo, se hace un deber del MP enarbolar la bandera de la renacionalización de todos los servicios públicos, así como de las riquezas naturales, lo cual nos brindará la posibilidad de alcanzar un verdadero desarrollo nacional.    

Además, mientras su programa de gobierno se fue a la chuña a causa del levantamiento popular, Piñera y Cía. se vieron obligados a lanzar no una “Nueva Agenda Social”, sino dos, las que si bien sólo se han traducido en cambios cosméticos, llevaron al ejecutivo a reconocer y atender aspectos que nunca consideraron en su programa, en las temáticas de Pensiones, Salud, Salarios, Energía (más bien de tarifas eléctricas), Impuestos, Administración pública y del Congreso. Estas indicaciones también tenían o tienen su trampa: algunas de ellas subsidian o favorecen a empresas privadas. Algunas ya son ley y otras se aletargan en los laberintos de La Moneda y el Congreso.

Los campeones del modelo de dominación/explotación afirman que los pilares que brindan solidez al mismo perduran; pero, eso es elogiar los pies de barro del mismo:

Se refieren al sistema bancario, un Banco Central autónomo (¿del capital monopólico?, ¿de las IFI?, ¡por favor!), apertura económica y a una política fiscal “responsable” (regresiva, diríamos), sin riesgo inminente que los amenace. Sin embargo, esos pilares que sustentan la “solidez macroeconómica” son precisamente los factores que afianzan la exasperante desigualdad e injusticia social prevaleciente en Chile, por lo que, en vez de servir de puntal de nada, en realidad son los que acicatean las demandas y necesidades de millones de personas, y por cierto sus luchas.  

Nos aseguran que las instituciones políticas cuya reputación ha sufrido más daño, Presidencia de la República y Congreso, siguen funcionando con normalidad y la discusión de las leyes en el parlamento sigue su curso. Pero no se hacen cargo que Piñera y su gobierno cuenta con apenas un 5% de apoyo ciudadano y la cueva de ladrones del Congreso con un miserable 3%. En cualquier otra parte, tales cifras y el contexto en que se dan hubieran provocado más cambios que los vistos hasta ahora aquí, tales como renuncias masivas, recortes presupuestarios y de sus ingentes dietas, de una mayor dureza para castigar a los corruptos y ladrones, etc. Por lo anterior, resulta justo y necesario mantener la exigencia de que tod@s sus representantes renuncien. Por otro lado, es evidente que a medida que avancemos en éste 2020, la protesta y la presión populares llevarán a esas y otras instituciones a ponerse nuevamente a la defensiva y a escalar en sus ofrecimientos de medidas calmantes, haciéndose perentorio que estas sean tajantemente rechazadas por el MP.
  
Afirman ellos que el Poder Judicial, la judicatura y el Ministerio Público siguen desarrollando su labor, con lentitud en la investigación sobre hechos de atropellos a los DD.HH., pero sus investigaciones no se detienen y siguen siendo manejadas con “criterios institucionales y con alta neutralidad política” (¿?). Sobre el particular, digamos que sólo un 8% de la ciudadanía confía en los Tribunales de Justicia y un escuálido 6% en el M. Público, siendo un hecho de la causa que el poder judicial no tarda en encontrar culpables en casos de destrucción de mobiliario público o por el simple hecho de protestar, lo cual se puede constatar en que l@s Pres@s Polític@s del levantamiento popular ya suman cerca de 2000 en diversas cárceles del país (en cuatro meses ha sido detenidas unas ¡30 mil personas!), pero no avanza un ápice cuando se trata de detener y encauzar a quienes han ocasionado en las filas de los pueblos y oprimidos 35 víctimas mortales, cerca de 1300 casos de tortura y abuso policial (770 denuncias efectivas de tortura, incluidas más de 150 de connotación sexual), 405 personas con lesiones y traumas oculares, más de 3.700 personas heridas y entre ellas más de 2.000 por disparos de balas, balines, perdigones y bombas lacrimógenas. Eso se llama, lisa y llanamente, justicia clasista, lo que se convierte en otro aliciente para las ganas de pelear del MP.

El andamiaje político, económico y financiero chileno funciona, pero ello no es suficiente para la minoría del país; luego, anhelan la normalidad que el MP jamás les debe permitir:

A todas luces, Chile vive una normalidad ‘anormal’, en que la infraestructura sigue insuflando fuerza a la superestructura y esta continúa sancionando la inicua constitución de aquella, pero se hace presente en medio un extendido movimiento y un sentimiento sociales, de impronta popular, que cuestionan el cómo funcionan las cosas hasta ahora en nuestra Formación Económico-Social (FES). Este cuestionamiento tiene profundas raíces, ya lo sabemos, y se puede expresar de manera pacífica y no pacífica, legal e ilegal, sectorial o masivamente, esporádica o sistemáticamente, haciéndose más vehemente y extendido en la medida que los de arriba no dan respuesta satisfactoria a las objeciones planteadas y –por el contrario- responden con la mera represión y el desdén.

Por consiguiente, pareciera absurdo el planteamiento de los sectores dominantes y del BPE en términos de intentar introducir una cuña entre las protestas pacíficas de las que no lo son, toda vez que existe un continuo entre ambos polos y de haber existido divergencias, estas se han atenuado en extremo y lo harán aún más a medida que las contradicciones sociales se agudicen. No obstante, y he ahí la razón de fondo, tal disyunción les sirve para encubrir los fines de su discurso de corte amenazador, para manipular la opinión pública, intentar crear divisiones entre sus enemigos y detener las simpatías que la lucha rupturista y consecuente pueda despertar en amplios sectores sociales y políticos. Por lo demás, para refrendar lo errado de esa disyuntiva y la hipocresía de aquellos, baste considerar cuantos de los que hoy en día hacen gárgaras con la paz social y la democracia, desde la derecha hasta el PDC e incluso sectores radicales, no fueron acaso los mismos que alentaron, apoyaron y participaron del Golpe Militar y la posterior sanguinaria dictadura, y no dudarían en volver a hacerlo si vieran que se les resquebraja el orden que tan celosamente guardan.  

En atención a lo anterior, resulta penoso y hasta patético cuando algun@s izquierdistas, verdaderamente pusilánimes, claudicantes y extraviados, chillan frente a la violencia popular y aseguran que ello “amenaza los fines del movimiento y atrae la represión estatal”. Pero, ¿cuándo los que nos dominan han tenido remilgos en dejar caer el puño de hierro de su poder material sobre los que se alzan por sus demandas y derechos? Tales especímenes parecen no comprender que el proceso social no es necesario, es imprescindible, y que los cambios sociales en diferentes ámbitos no van a pasar sin la lucha más decidida y ofensiva de l@s de abajo (en algo que sí tiene claro -al menos- un 65% de la población, según las propias encuestas oficiales). Asimismo, es@s ‘izquierdistas’ debieran estar advertidos que quien define las formas de lucha y organización que le parezcan más adecuadas es el propio MP y no sus enemigos de clase. ¿O acaso la “Primera Línea” tendría que ir a pedir permiso a la Intendencia respectiva para poder resguardar las legítimas movilizaciones populares callejeras?  

Las clases dominantes, en boca de sus ideólogos, exigen el restablecimiento del orden público por parte del Estado. No soportan el que los centros de las principales urbes se hayan transformado en un lugar que, por largos momentos, queda fuera del alcance de la policía y del “Estado de Derecho” y saben que el modelo no tiene garantizado su futuro mientras no se restablezca el cuestionable orden público existente, dictatorial en esencia. Por ende, el MP, los amplios sectores de activos democráticos-populares, no pueden darles tregua en ese sentido a sus dominadores; es más, se debe extender esa experiencia de lucha desde el escenario céntrico urbano a las poblaciones y barrios de todas las ciudades. Otro tanto debiera ocurrir con el ejemplo heroico de la “Primera Línea”, que igualmente se debiera desplegar en los sectores populares y medios, siendo integrada por los jóvenes más convencidos y aguerridos de cada cual, para proteger movilizaciones, actividades públicas y servir de germen para instancias de poder superiores. 

En cuanto al orden público, tres consideraciones nos hacen los áulicos del poder: -“La violencia no ha sido condenada con energía por todo el espectro político, especialmente por el de oposición”; pero resulta obvio que ésta “oposición” (que no es tal), encarnada en los grupos mantenedores del sistema, se excusa de hacerlo porque sabe que ello le acarrearía un rechazo popular todavía mayor del que ya adolece. Y como son los campeones del cinismo, si bien no explicitan su rechazo a aquella legítima violencia, la exNM y la mayor parte del FA no han tenido reparos en apoyar leyes que penan aún más la protesta y movilización sociales. –“Enfrentamos una crisis policial de envergadura. Carabineros no ha sido capaz de sobreponerse y derrotar a la violencia. Ha sido, hasta el momento, derrotado por ella”; esto corresponde a una visión militarista (o policíaca) de derecha, que centra su lucha contra el enemigo (el MP) en el mero empleo de un aparato de coerción material. Asimismo, visualizan el levantamiento popular y la coyuntura abierta por éste sólo como una problemática ligada a la violencia. Luego, el MP debe remontar en una estrategia de enfrentamiento que apele a todas las formas del combate social, en todos sus niveles, utilizando su poder material como un componente central, inserto en la lucha de todos los explotados y excluidos. –“En los enfrentamientos y detenciones propias de los incidentes, ha surgido un número alto de violaciones a los Derechos Humanos”; ¡qué duda cabe!, pero ellos, con sus posturas y discurso en pro de las clases dominantes, no dejan de avalar la sistemática violación de derechos fundamentales a la que se somete a extensos sectores sociales.
 
“Chile tiene una historia de fortaleza de sus instituciones”, nos espetan, y aunque, “estas siguen siendo fuertes y funcionan pese a todo, (…) ya no despiertan adhesión y su reputación se ha derrumbado” y, “Especialmente peligroso, por nuestra historia, es la extrema debilidad del apoyo al Presidente”.  En realidad, parece que aquellos prohombres no hubieran vivido en éste país, al menos en las tres últimas décadas, por cuanto ya se habrían enterado que lo afirmado por ellos son solo sofismas. Si bien los estudios y encuestas muestran un marcado deterioro en la confianza que les brinda a esas instituciones la mayoría nacional desde el 18/O, ese detrimento ya se podía constatar desde mucho antes (ver estudio CEP dic. “19). Asimismo, no es necesario investigar mucho para saber qué opinión le merece al común de los mortales del país la Justicia, la Iglesia, las empresas privadas, el Congreso, el Presidente, etc.    

Es el apego de todo el estrato político civil (el Congreso, La Moneda y la generalidad de los partidos políticos), junto al empresariado y la Iglesia oficial, a una suerte de pacto de gobernabilidad, impuesto a nuestra FES por ‘arriba’ a fines de 1986, lo que explica el amor de todos ellos por el ordenamiento jurídico-político vigente hoy, además del porqué no cuajó la acusación en contra del odioso Piñera. Esto último, a contrapelo  de la opinión certera de la población, de la cual sólo un 5% confía en el ladrón de La Moneda. Tampoco cristalizó la imputación hecha a su representante en la Región Metropolitana (autor de la tesis del copamiento paramilitarizado preventivo). Y es que habiéndose declarado culpable a Piñera, ello hubiera significado que aquel promiscuo pacto se rompía y dado pie a una reacción en cadena, tipo crisis por ‘arriba’. Pero, como evidentemente y en las actuales circunstancias, ello podía haber sido bien aprovechado por el MP, los conjurados cerraron filas como chicos bien compuestos que son.       

Pa’los de arriba, el origen del levantamiento popular fue la pobre clase media; na’que ver la injusticia, la súperexplotación y la desigualdad:

Si hablamos de los orígenes de la crisis, y por tanto hacia donde creen ellos que debieran apuntar las políticas y recursos públicos, los teóricos del sistema nos informan que el comienzo de todo sería el, “desplome económico del sector más vulnerable de la clase media”, lo que no merecería mayor comentario, salvo que eso de la irrupción de una gran clase media viene hace rato siendo un falso logro destacado por los grupos mantenedores del sistema de dominación/explotación, lo que resulta fácil de desmentir si nos atenemos al paupérrimo cuadro general de ingresos de los 4 quintiles más pobres en relación con el más rico y qué decir si nos vamos a comparar al 99.9% de los ingresos generales con los del 0.1% de los súper ricos; simplemente, aquello queda reducido a una mera ilusión. ¡Ah y que no se nos pase!: cuando dicen ellos que las políticas públicas deben ir dirigidas a mejorar la existencia de la supuesta clase media, liberándoles de cargas impositivas y otras gabelas, en realidad están pasando de contrabando el que se libere aún más de ellas al gran capital nacional y transnacional; en esto, el BPE es de una sola opinión.    

Le aciertan medianamente esos áulicos, cuando aseveran que esto no es el rechazo visceral generalizado en contra del orden del gran capital monopólico-financiero. Y por supuesto, no nos creemos tampoco tanta maravilla, pero de lo que estamos seguros es que tal flaqueza se puede resolver, en términos estratégicos, si el MP y la Izquierda Revolucionaria (IR) logran avanzar en la colosal tarea de transformar un gran movimiento social popular en sí –que lucha por objetivos inmediatos y democráticos- en uno de carácter cualitativamente superior, de fuerza política y social para sí, de impronta revolucionaria, anticapitalista, antiimperialista, antipatriarcal y plurinacional, capaz de enfrentar y derrotar a su enemigo de clase y aspirar a la construcción de una nueva sociedad, que para nosotros sigue siendo la Socialista. Ni más ni menos.

Los de arriba llaman a votar por su lindo acuerdo de paz y nueva Constitución; los pueblos, l@s oprimid@s y excluid@s, convocan a luchar sin tregua por sus demandas y para ejercer sus derechos:

Los teorizadores de las fuerzas que disponen del modelo y de las que le dan sustento, nos animan a participar de su flamante creatura: el famoso Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución, frente al cual ellos pueden tener opciones disímiles, pero todos sus integrantes se encuentran muy de acuerdo en convocar a participar a todos los potenciales votantes de estas tierras. Por cierto, con esto ansían dar plena validez a su trampa, en algo que recuerda muy bien lo obrado en torno al plebiscito de 1988 y todo el proceso “democrático” que, supuestamente, emanaría de ello. Y es que temen que la abstención sea tal que el engendro carezca de todo respeto por parte de los habitantes del país y frente a la opinión pública mundial. Resulta que, en ocho años de implementación del voto voluntario y la inscripción automática, en ninguna elección se ha superado el 50% de participación. La más baja ocurrió en las votaciones a concejal en 2016, con un ¡34,81%!; en tanto, la más alta, fue para los comicios parlamentarios de 2013, pero sólo llegó a un 49,66%.

El mecanismo constitucional acordado entre gallos y medianoche por el estrato político civil, motivado fundamentalmente por el afán de conjurar la amenaza de una rebelión popular, es inconducente para los intereses y objetivos de los pueblos y l@s trabajador@s, así como antidemocrático en esencia y en sus consecuencias, toda vez que surge para asegurar el, “restablecimiento de la paz y el orden público”; claro, la paz de los sometidos y el orden impuesto por los opresores. De partida, no participó en su gestación ninguna de las organizaciones y sectores del MP, la verdadera oposición, y recordemos que ningún cambio social real –incluido el ordenamiento constitucional- se dará sin la participación de los sectores populares. Los procedimientos, quórums e institucionalidad a ser implementados por parte de alguna de las dos clases de convenciones los definió, ante sí y por sí, esa pandilla de politicastros, en circunstancias que cualquier manual de derecho constitucional asevera que es la propia Asamblea Constituyente (si es de verdad) la que los tiene que determinar. Por más corcoveos que se den sus gestores, el entuerto no asegurará la paridad de género para la integración de la Convención ni tendrá un carácter plurinacional ni se avizora la posibilidad de romper el asfixiante centralismo santiaguino a través de un sistema de representación más justo de las regiones (ni hablar de federalismo). Se impone a rajatabla la dictadura de las minorías (cuestión que ocurre desde hace 46 años), cuando se establece un quórum de 2/3 para las votaciones del órgano, condición que dejará en manos del futuro Congreso –y no de consultas plebiscitarias ad hoc- las materias en que no haya acuerdo y que se augura serán las más trascendentales; es decir, serán dejadas al arbitrio de los mismos que tienen a Chile viviendo bajo una democracia gorila hace 30 años. Se pretende obligar a la mayoría nacional a que avale toda esta lesera mediante el voto obligatorio (al menos para el plebiscito ratificatorio), pero allí les saldrá nuevamente el tiro por la culata. Otrosí, los politicastros de la derecha y la falsa oposición que salgan del circuito congresal a fin de participar en esta Convención lo harán sólo por un año, por lo que -luego de realizada su labor gatopardezca en la misma- bien pronto podrán pasar a ocupar un curul en el Olimpo congresal (por cierto, gracias al gentil financiamiento de los grandes empresarios). Y la guinda de la torta, el mayor ardid de esta movida acordada entre el gobierno patronal y sus pretendidos opositores, viene a estar dada por el hecho que los integrantes de la Convención serán electos con, “el mismo sistema electoral que rige en las elecciones de Diputados en la proporción correspondiente”, y todo el mundo sabe que en Chile ese sistema, por más maquillaje que le hayan puesto, sigue siendo binominal. Luego, los independientes (se entiende que de partidos) tendrán menos chance de estar presentes en éste show que encontrarse un trébol de cuatro hojas, lo que allanará el camino para que el duopolio que nos tiene hasta el cuello siga haciendo de las suyas en esta democracia de pacotilla.

Agreguemos que quienes hicieron su acuerdo de paz y nueva Constitución, la mayor parte de los partidos políticos del estrato político civil, son los mismos que cuentan con un miserable 2% de apoyo ciudadano; los mismos que han sufrido renuncias masivas de militantes, las que aumentaron en un promedio de ¡500%! comparados oct-dic 2019 e ídem 2018, siendo los más golpeados RD (del inconsistente G. Jackson), el PS, RN y la UDI, y si se compara 2019-18, a RD le seguirían el PC, el PS y el P. “Progresista” (del amigo de SQM MEO y el chico Navarro). Tampoco se salvan el PDC y el PPD. Pero, en lo principal, son los mismos que han avalado por tres décadas un sistema de dominación y explotación que ya no da para más, que ya ha significado el deterioro en la calidad de vida de millones y millones y que ha motivado el mismo levantamiento popular en curso que ahora pretenden conjurar.

Baste el resumen supraescrito para darse cuenta que participar en el proceso constituyente del BPE, abonado por  próceres y sectores mantenedores del sistema y algunos de la izquierda reformista y neorreformista, es contraproducente con los fines y los objetivos que han dado vida al MP. Si aplicáramos la ley de transitividad, tendríamos lo siguiente: Vamos Chile firmó un acuerdo con la exNM y unos cabecillas del FA; luego, si avalamos lo obrado por estos últimos conglomerados respecto de su famoso pacto, aceptando participar e incluso convocando a votar en su circo electorero y de falso alcance constituyente, estaríamos apoyando un entendimiento con los sectores que, por un lado, representan a lo más granado de los explotadores y expoliadores de Chile y, de otra, con los que hace 30 años mantienen y defienden el modelo antipopular heredado de la dictadura cívico-militar. Luego, el conjunto de los explotados y excluidos de nuestra formación social no entenderán tal proceder de la IR y los sectores más lúcidos del MP, toda vez que nos verían relacionados con los mismos que los defraudan y avasallan a diario, y habida consideración que nos declaramos antisistémicos, portaestandartes de la causa popular y totalmente de acuerdo con las demandas y aspiraciones que hicieron estallar la rebelión del pasado 18 de octubre.               

¡Y era que no! Cada día que pasa aumenta la cantidad de potenciales votantes que se restarán de votar en abril, pues no quieren validar el engaño al que los sectores dominantes les quieren arrastrar (algunas encuestas proyectan que la abstención ya bordea el 60%). Como parte de la IR, nos parece que lo que corresponde hacer a los pueblos y la clase trabajadora en rebeldía desde el 18 de octubre es no participar ni avalar esa propuesta indecente, sino rechazarla completa y tajantemente ¡No al No, No al Sí; Sólo la Lucha nos Hará Libre al Fin!  

No es éste el tiempo de vacilantes, de claudicantes o de conciliadores de clase, sino de aquellos capaces de impulsar la resistencia popular y el despliegue de todas las formas del enfrentamiento clasista. Es la hora de recuperar la senda de la liberación social y de luchar hasta el fin por la construcción de la sociedad Socialista, la única que puede interpretar y dar satisfacción a las justas y sentidas demandas de la mayoría nacional.


En marzo, sí no hay justicia para los pueblos y l@s trabajador@s que no haya paz ni chamullos electoreros para nadie

2 al 6 de marzo: Tomas y movilizaciones en cada uno de los Liceos y Escuelas de Chile. L@s estudiantes, profesor@s, co-docentes y apoderad@s, tod@s unid@s junto a los explotad@s y oprimid@s a luchar por una Educación Pública de Calidad, Gratuita, Democrática, Financiada, Laica, Antipatriarcal, al servicio de los Pueblos de Chile;

8 y 9 de marzo: Día Mundial de las Mujeres y Huelga General Antipatriarcal;

15 de marzo: Marcha por todo el país en Defensa de los Entornos y Recursos Naturales;

18 de marzo: Paro-Protesta Nacional, Productiva y Popular, a 5 meses del comienzo del Levantamiento de los Pueblos, l@s excluid@s y l@s explotad@s de Chile;

16 al 20 de marzo: Tomas y movilizaciones en todas las Universidades e Institutos de Chile. L@s universitari@s y técnic@s se suman al contingente secundario que lucha por la Educación Pública de excelencia y al servicio de las mayorías;

20 de marzo: Protesta Nacional en apoyo a la causa del Pueblo Mapuche;

22 de marzo: Día mundial del Agua; a movilizarse por su renacionalización y a defenderla como un derecho vital;

23 de marzo: Marcha Nacional por la Vivienda;

29 de marzo: Día de los y las Jóvenes Combatientes;

31 de marzo: Protesta Nacional contra las AFP;

Durante todo marzo: A reimpulsar la lucha popular en las calles y campos de todo el país, además de multiplicar y fortalecer las Asambleas Populares locales y sectoriales, unificándolas al nivel provincial, regional y nacional. A evadir, sabotear, marchar, ocupar espacios públicos, realizar velatones, cacerolear, cortar calles, caminos y carreteras, etc. Todo sirve, todo cuenta. Campaña “Con el Plebiscito y el Cuento Constitucional Nos Aíslan; la Lucha Nos Une”, de sabotaje y desenmascaramiento del tongo plebiscitario del 26/4 y del chiste “constituyente” de la derecha + los peleles de la ex Nueva Mayoría y el Frente Amplio.     
  

¡A convertir la ira social en Poder Popular!

¡Si no hay justicia para todo@s que no haya paz social ni plebiscito!

¡Que se vayan Piñera, los aprovechados y defensores del sistema de dominación e instauración de un gobierno popular provisorio!

¡A acompañar el levantamiento popular con un gran paro nacional productivo e indefinido!


¡Sólo la lucha y la unidad nos harán libres!



Círculo de Estudios Políticos Miguel Cabrera Fernández