Espacio que busca contribuir a la creación del instrumento político revolucionario en Chile, el cual, retomando el proyecto político e ideológico de la Declaración de Principios del MIR (del 15 de agosto de 1965) y rechazando lo electoral y otros falsos atajos en la lucha de clases, contribuya a destruir el poder de los ricos y su reino de la necesidad, para avanzar hacia el Socialismo como primera fase de la Sociedad sin Clases
domingo, 28 de junio de 2020
ORDEN DEL DÍA PARA LA PROTESTA POPULAR DEL 2 Y 3 DE JULIO DE 2020 FUERA PIÑERA AHORA
sábado, 27 de junio de 2020
CHILE: 2 Y 3 DE JULIO DE 2020 PROTESTA POPULAR FUERA PIÑERA AHORA POR NUESTRA FELICIDAD AHORA
viernes, 26 de junio de 2020
LA DIGNIDAD DE CHILE SE LLAMA Y SE LLAMARÁ SIEMPRE SALVADOR ALLENDE
CHILE
Y SALVADOR ALLENDE:
4 DE SEPTIEMBRE 1970 - 4 DE SEPTIEMBRE 2020
4 DE SEPTIEMBRE DE 1970: UNA NUEVA ESPERANZA RECORRIÓ LOS CAMPOS
Y LAS CIUDADES DE CHILE (MIGUEL ENRÍQUEZ, en Lota, ante la presentación de
candidatos del FTR a la CUT)
Cerca ya de 50 años atrás, en nuestro país,
mediante el sufragio universal, la coalición de partidos de izquierda
tradicional, la Unidad Popular, obtuvo la primera mayoría relativa, lo que le
permitía aspirar, seriamente, a disponer del aparato ejecutivo, cúspide del
Gobierno en Chile debido a su carácter presidencialista, consagrado en la Carta
Fundamental de 1925.
Sin embargo, el triunfo de la UP no se
debió sólo al concurso de los votos que, con esperanza, depositaron obreros,
campesinos, los pobres, la pequeña burguesía comprometida con los cambios
sociales, en las urnas. De igual modo,
influye el error de cálculo de la burguesía, que divide en dos sus candidaturas. Una que propone finalizar con el modelo
nacional-desarrollista y otro que postula su relanzamiento.
Recordemos, que el modelo de
crecimiento hacia adentro o nacional-desarrollismo o capitalismo paternalista,
estaba en franca descomposición desde 1955.
No se había generado un mercado interno de peso y el imperialismo había
consolidado sus posiciones en las áreas más dinámicas de la industria, además
de la propiedad del cobre en manos gringas.
Importante es señalar, que los intensos grados de concentración de la
industria en Chile, iniciados en la década de los ’50, fue un fenómeno
económico estudiado por el Carerraja Ricardo Lagos, a través de un texto que
finalizaba con la petición de la socialización de los medios y fuentes de la
producción (nosotros los de ayer ya no somos los mismos).
El Gobierno de la Unidad Popular, en
sus mil días de existencia, avanzó en el compromiso establecido en las 40
medidas de su Programa. Nacionalizó el
cobre y las riquezas naturales. Expropió
algunas industrias y profundizó la Reforma Agraria. Por otra parte, devolvió tierras al
Pueblo-Nación Mapuche.
Hito fundamental del período 1970-1973,
fue el proceso de generación de embriones de Poder Popular, que si bien no era
alentado desde el Gobierno, por lo menos su sola existencia potenciaba. Ese Poder, se expresó en la acción directa, a
través de tomas de terreno, fábricas, fundos, liceos y universidades. Hacia 1973, el proyecto estratégico pasaba
por la construcción de los Comandos Comunales y Comandos Provinciales.
Si bien, la UP estaba hegemonizada por
sectores Reformistas, su sola existencia potenciaba el quehacer de los otros
sectores, los que buscaban la construcción del Socialismo por los caminos que
ya habían trazado otros pueblos.
El golpe militar de 1973, viene a
resolver el conflicto de clase planteado.
El Movimiento Popular ya estaba cuestionando las bases del sistema de
dominación capitalista, “los rotos le estaban tocando el potito a la
legalidad”.
La burguesía monopólico-financiera,
generada en la década de los ’50 en Chile, apoyada por el Imperialismo,
básicamente norteamericano, desata la violencia extrema, utilizando a las FFAA,
su instrumento de fuerza monopólica, para derrocar un Gobierno que era un mal ejemplo
para sus vecinos.
Se instala una Dictadura Militar,
subordinada a la burguesía monopólico-financiera, que hegemoniza al bloque en
el poder. Su proyecto histórico pasa por
modernizar Chile, convertirlo en una gran bodega, asumiendo un modelo de
crecimiento hacia fuera, basado en las ventajas comparativas.
El imperialismo, que se fortalece luego
de la crisis de los ’70, caminaba hacia su Segunda Fase, la que se acelera con
el fin del Socialismo este-europeo.
Chile, no era más que un peón dentro de esa estrategia, que en América
Latina necesitó de dictaduras, para luego pasar a democracias de baja
intensidad o democracias gorilas.
Lo sucedido el 11 de septiembre de
1973, nos debe hacer entender que los caminos son otros, que son más largos,
que debemos educar y educarnos en la experiencia, en la memoria dura, que nos
fortalece. No podemos caer en el mismo
sendero. Por eso, cada paso que demos,
por diminuto que sea, debe estar encauzado en la construcción de un Poder
Popular que aplaste a la reacción, en todos los planos.
Sin caer en las explicaciones
históricas a “lo nariz de Cleopatra”, que busca explicar los procesos
históricos en las famosas individualidades, es necesario detenerse en el
Compañero Salvador Allende.
El Compañero Salvador Allende, vivió
toda su vida enmarcado en los rigurosos límites de las políticas
reformistas. Sin embargo, su último día
de vida, lo vivió con intensidad, como lo viviría un Revolucionario. Su ejemplo inmortal, su impecable trayectoria
política, su vida entregada a mejorar la calidad de vida de trabajadores,
campesinos, mujeres y niños, lo elevan por sobre la actual podredumbre, donde
no existe política, sino que plena farándula.
Y en este gesto inmortal reside la respuesta a cuando nos preguntan por
qué le rendimos homenaje a un hombre que vivió toda su vida como un reformista
y confiando siempre en el camino electoral.
Sabemos que el camino o vía electoral ya no sirve, jamás ha servido a
los intereses populares. Otro es el
camino.
Algunos, lo convierten en icono del
Reformismo. Otros, le endosan la causa
de la derrota del Movimiento Popular.
Los más, lo esconden, pues saben que es un peligro, ya que agita esa
memoria rebelde, que se expresa en cada acción anticapitalista.
El sistema de dominación capitalista
nos lleva la delantera. Nosotros,
dispersos, cuidando la “parcelita”, tratando de imponer nuestros puntos de
vista. Mientras tanto, los que viven y
sufren la explotación, no encuentran los canales por donde poder expresar el
legítimo descontento.
Algunos apuestan a lo social, no
contaminándolo con lo político. Otros
apuestan a la politización de lo social.
Algunos apuestan a la fuerza social revolucionaria. Otros, apuestan a lo electoral. Otros, apuestan al camino autónomo, fuera del
espacio de la legalidad burguesa. Unos
apuestan al formato ochentero, otros privilegian la protesta en los centros
cívicos. Y así, un sinnúmero de
variantes, luego de la Segunda Derrota del Movimiento Popular signada en 1986,
cuyos efectos son notorios todavía.
Nuestro principal objetivo, hoy, es
despertar al dormido, que a veces somos nosotros, para luego pasar a su
organización. Recordemos que todavía no
remontamos la desarticulación del Campo Popular, que debe estructurarse tras la
defensa de todas las demandas, todas las luchas, todos los sueños. Lo que viene después todos lo
pergeñamos. Pese a todo, la primera
tarea, que es de esfuerzo, tenacidad, perseverancia, es a la que debemos
abocarnos en lo inmediato. Vivimos
todavía un período de reflujo de la lucha de clases, en donde incluso hacer
política o prácticas primarias, pasan por políticas revolucionarias. Es más que evidente que los Trabajadores y
las Trabajadoras, la pequeña burguesía, todavía siguen atrapados bajo las
“delicias del capitalismo”, pagaderos en módicas cuotas mensuales.
Y como lo señaló Nano Stern “Víctor Jara
no militaría hoy en el PC”[1],
asimismo Salvador Allende no estaría militando en el Partido Socialista. Sabemos que el Partido Socialista y el
Partido Comunista ya son parte del Bloque Político de Estado, el que le hace el
trabajo al Bloque en el Poder en el escenario político. El PS y el PC trabajan, desde hace ya tiempo,
con el Partido Demócrata Cristiano, promotor del golpe de Estado del 11 de
septiembre de 1973.
Hace casi 50 años, los Pueblos y los
Trabajadores, fueron a las elecciones, pensando en que ese camino abriría las
condiciones al Socialismo. Pensando en
que la burguesía, la patronal, respetaría la decisión mayoritaria. Sabemos cómo concluyó esa experiencia.
De todos y todas, depende que no se
vuelva a repetir.
¡SÓLO LA LUCHA, LA FUERZA MATERIAL Y NUESTRA UNIDAD NOS HARÁ
LIBRES!
¡NUESTRO MEJOR HOMENAJE A LOS COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS CAIDOS EN
COMBATE EN POS DEL SOCIALISMO, ES REEMPLAZARLOS EN ESA LUCHA!
BRIGADA DE PROPAGANDA MIR
LUIS BARRA GARCÍA
JUNIO
26 DE 2020
domingo, 21 de junio de 2020
CIRCULO DE ESTUDIOS POLÍTICOS "MIGUEL CABRERA FERNÁNDEZ" (PAINE): TEORIAS CONSPIRATIVAS Y PANDEMIA: ¿PARA QUÉ SURGEN Y A QUIÉNES SIRVEN?
“Condenan a hombre a 3 años de cárcel en
Inglaterra por quemar antena 5G culpándola del COVID-19”, “Personas queman antenas en Bolivia por creer
que estas propagan el COVID-19”, “Un
grupo evangélico peruano inyecta un medicamento veterinario a miles de personas
para la COVID-19”, “Estadounidenses
beben cloro como prevención al coronavirus”.
Todos
estos hechos son provocados por quienes hacen suyas, sin mediar ningún juicio
crítico, ciertas elucubraciones o ‘teorías conspirativas’ que aseguran que tras
la pandemia por COVID-19 se encuentran detestables fuerzas humanas,
manipuladoras, cuya única meta es acabar con la vida sobre la madre Tierra. Sus
instigadores también aseguran que el nuevo Coronavirus se creó en un
laboratorio, con la colaboración de China, EE.UU. y de algunos mercaderes de
las TICs (aunque hay versiones en que cada personaje lo crea para acabar con los
demás). A estas afirmaciones, ya de por sí inverosímiles, se vino a sumar una campaña,
variante de la anterior, realmente atentatoria contra la sanidad pública: el
‘negacionismo’ de dicha patología, el que podemos ver reflejado en los
siguientes encabezados: “Bolsonaro, que
lidera el movimiento negacionista del COVID-19, calificó al virus como un
‘resfriado miserable’”, “Miguel Bosé
afirma que el covid-19 no existe, es la gran mentira de los gobiernos y que la
tecnología 5G tiene relación con el coronavirus”.
Nos
resulta macabro, por decir lo menos, que tales patrañas sean esgrimidas
mientras a nivel mundial la cifra de enfermos por COVID-19 se empina a 8,82
millones y los fallecidos por su causa a 465 mil personas (21/6, U. J.
Hopkins). El Brasil de Bolsonaro es el 2º país con más contagiados, siendo Sao
Paulo la 3ª urbe con mayor cantidad de estos, y Chile es el 9º en la lista y su
Región Metropolitana ya es la 4ª en infectados (la España de Bosé es la 7ª
nación más afectada). Además, nuestro país cuenta con un fatídico record
mundial: somos el que presenta la mayor tasa de contagiados por millón de
habitantes.
Debido a la gran cantidad de comentarios e información sin fundamento
sobre el brote pandémico en curso, la OMS declaró una infodemia masiva; es decir, una cantidad excesiva de
información ‒en algunos casos correcta, en otros no‒ que dificulta que las
personas encuentren fuentes confiables y orientación fidedigna cuando las
necesitan. “En esta situación aparecen en
escena la desinformación y los rumores, junto con la manipulación de la
información con intenciones dudosas. En la era de la información, este fenómeno
se amplifica mediante las redes sociales, propagándose más lejos y más rápido,
como un virus”, indica la OMS.
En el
caso de la infundada culpabilidad de la nueva tecnología 5G, en las redes
sociales se propaga como una verdad inapelable que las personas contraen el SARS-CoV-2
porque dicha tecnología, “debilita el
sistema inmunitario”. En realidad, son todos estos disparates los que más contaminan
la información en el mundo digital y que se propagan tan rápido como el brote por
la COVID-19. Y eso que la OMS ha dicho claramente que, "hasta la fecha, y
después de muchas investigaciones, no se ha detectado ningún efecto adverso
para la salud relacionado causalmente con la exposición a tecnologías inalámbricas".
En honor a la verdad, si bien es cierto que la OMS declaró a, “las tecnologías inalámbricas como
cancerígeno de nivel 2B", existen muchos tipos de productos que
consumimos habitualmente que lo son en propiedad, como el café, las frituras, los
pepinillos en vinagre o el aloe vera, según diversos centros oncológicos. Según
la clasificación de los máximos especialistas sobre el cáncer en España, por
ejemplo, el Grupo 2 son productos clasificados como probables carcinógenos para
el hombre y está subdividido en dos: 2A, alta probabilidad cancerígena y 2B,
baja probabilidad cancerígena. Incluso las bebidas alcohólicas y la carne
procesada están ubicadas en un riesgo más alto según esa misma clasificación de
la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer. Es más, los tan
difundidos rayos X, los rayos ultravioleta y los rayos gamma tienen probados efectos
negativos sobre el sistema inmune, mucho más potentes que las posibilidades de
la frecuencia 5G y hasta ahora nadie los acusado de facilitar el contagio del
Coronavirus.
Importante
es recordar que las teorías conspirativas sobre los orígenes e implicancias de
las epidemias/pandemias que asolan a la humanidad no son algo novedoso. Lo
mismo ocurrió con la ‘peste negra’, la sífilis, VIH-SIDA, el Ebola, influenzas
varias, etc. Hasta la aplicación de las vacunas, por ejemplo contra la polio,
cuenta con una larga historia de oposición y de especulaciones sobre sus
supuestamente nefastos efectos, la que se extiende hasta el origen mismo de las
inoculaciones. Pero fue una vacuna la que eliminó la viruela, cruenta
enfermedad que sólo en el siglo XX se calcula que causó 500 millones de muertos
en el mundo.
El modus
operandi de quienes difunden las teorías conspirativas sobre el nuevo
Coronavirus es bien conocido, sean individuos o miembros de asociaciones
ocultistas, en algunos casos, o con una orientación político-ideológica
conservadora, las más de las veces. Se aprovechan de una situación en la que
reina la incertidumbre -un virus nuevo del que se van conociendo datos con una
exasperante lentitud y en que los gobiernos cuentan medias verdades- y que
genera una angustia tremenda. Ante eso, los difusores del negacionismo ofrecen
un mensaje reconfortante: "Yo te doy
la verdad. Esto no está sucediendo y que nos digan que nos quedemos en casa no
es más que una herramienta de control gubernamental, ya que no hay ningún
peligro".
Y,
entonces, surge la duda acerca de los objetivos de los conspiradores detrás de
éstas teorías que se contradicen por sí solas. En muchos casos se trata de hacer
un buen negocio a través de la venta de productos, servicios, revistas,
suscripciones o publicidad asociada a ciertos medios. Son personas que no creen
lo que dicen y que no lo ponen en práctica ni en ellos mismos. Un ejemplo claro:
el melipillano Omar Gárate, que factura millones de pesos por año vendiendo su
pulsera de los “11 poderes”, velas, ungüentos y otras chucherías, crítico de la
medicina alópata, recurrió raudo a una clínica cuando le dio un infarto en 2019.
En otras ocasiones, los promotores de estas mentiras buscan favorecer las
intenciones políticas y económicas de grupos de poder y hasta de gobiernos
(caso de los bots que llenaron Twitter en las elecciones de EE.UU., en 2016,
donde resultó ganador el aprendiz de comediante Trump). Otros, realmente se las
creen, viven en una realidad paralela y difunden sus teorías de la conspiración
tanto como pueden, porque de verdad sienten que le están haciendo un favor a la
humanidad. Finalmente, existe un grupo de difusores, los mayoritarios, que
corresponde a aquellos engañados por los anteriores, que si bien no viven fuera
de la realidad, al carecer de información adecuada y un juicio crítico sobre lo
que reciben por las RRSS asumen como propias aquellas elucubraciones y las transmiten
con buena intención, generando daño y confusión en la comprensión de otr@s
respecto de materias trascendentes. Esto último es lo que podemos ver en páginas
y RRSS de izquierda, donde l@s propagandistas ‘conspirativistas’ provocan con
su accionar graves distorsiones en las discusiones colectivas y entorpecen la
síntesis colectiva, tan necesaria para una adecuada praxis de las fuerzas
populares opuestas al poder de los sectores dominantes.
Uno de
los grupos que en Chile e Hispanoamérica se ha puesto al frente de la
resistencia al distanciamiento social es el de las huestes de evangélicos. Es
notorio que las cabezas y los devotos de ésta religión, en su gran mayoría, prestan
un fuerte respaldo a presidentes reaccionarios como el estadounidense Trump o
el brasileño Bolsonaro, que buscan el regreso a la ‘normalidad’ económico-social
(la que sólo sirve los intereses de las minorías de esas formaciones) pese a la
creciente morbimortalidad por COVID-19 en sus países. Para el caso de Chile,
sobran ejemplos de la tozudez de algunas denominaciones protestantes y que ha
llevado a verdaderos dramas sanitarios (encuentro de pastores en Paine, brote por
el nuevo Coronavirus en acólitos de una iglesia en San Pedro de la Paz, etc.). Detrás
de esas posturas hay desde motivos de fe hasta intereses económicos de algunas
iglesias y sus pastores, que temen que la crisis disminuya la prosperidad y las
contribuciones que reciben de sus adeptos. Y claro, "Si paras de trabajar, disminuye tu diezmo". Asimismo, sus
líderes se destacan por una visión reaccionaria y sectaria de la religión
cristiana, y por su confluencia con posiciones de derecha, avalando la
desigualdad e injusticia sociales existentes como una situación de hecho y que
debe ser aceptada como parte de nuestra existencia en el ‘mundo’. Todo ello les
conduce a oponerse a medidas sanitarias que puedan propender a evitar lo
‘inevitable’.
Para
hablar con base en la realidad y respaldados en información contrastable con ella
respecto de la actual pandemia por COVID-19, baste decir que en prestigiosos
centros investigativos, de Occidente y Oriente, se ha logrado establecer que
ella tuvo un inicio y desarrollo naturales. Los estudiosos se basan para dicho
aserto en que el nuevo Coronavirus no comparte ninguna estructura fundamental
reconocidamente utilizada de forma previa. Los estudios señalan, con una alta
probabilidad, que éste surgió de la recombinación de un virus encontrado en
murciélagos con otros más, posiblemente provenientes de pangolines, también
conocidos como osos hormigueros escamosos. De hecho, el SARS-CoV-2 es un 96%
idéntico al Coronavirus hallado en murciélagos, pero con una cierta variación
que podría explicar el que se haya hecho tan infeccioso para los humanos.
Ya se
sabía, a partir del estudio de otros coronavirus, que ellos son capaces de
adquirir esta variación y que pueden llegar a ser más patogénicos. El actual
brote pandémico ha logrado expandirse vertiginosa y ampliamente ya que el nuevo
Coronavirus logró esquivar la compensación evolutiva entre severidad y
transmisibilidad, haciendo que sus síntomas, por lo general, no aparezcan hasta
que la persona infectada ha estado propagándolo durante varios días. Y la
explicación se da al nivel macromolecular, ya que se ha observado que la mutación
en las proteínas de la superficie podría haber desencadenado el presente brote,
proceso cuya ocurrencia –en todo caso- es de índole natural. Ahora bien,
respecto que el virus se originó en el mercado piscícola de Wuhan, también
resulta ser una idea equivocada, toda vez que los análisis apuntan a una
irrupción anterior.
Y si
todo eso se conoce y es posible comprender que los estudios sobre el SARS-Cov-2
siguen un rápido y constante desarrollo, ¿qué ocultan –entre otras cosas- los
payaseos y torpes teorías conspirativas de Trump? Pues, que la riqueza de los
multimillonarios de EE.UU., que totaliza los ¡US$3,512 billones!, la de Bezos,
Gates, Zuckerberg, Elon Musk, Soros, etc., durante éste período de pandemia -entre
marzo y junio- se ha engrosado en US$565 mil millones (aumentando un 20%). Y
ello ocurre al mismo tiempo que millones de personas en la Roma imperial de
nuestros días pierden sus empleos, ven esfumarse sus ahorros, son empujados a
la marginación y la expoliación, quedando expuestos a la enfermedad y la
muerte.
En
Chile, estos días, el gobierno derechista y el empresariado han levantado su
propia ‘teoría conspirativa’ para explicar el creciente número de enfermos y
fallecidos por la COVID-19. Tienen la desfachatez de acusar de irresponsable a
la mayoría nacional por no realizar la cuarentena estricta que esta misma les
exigiera en marzo pasado. Es más, amenazan a millones de trabajadores y pobres con
5 años de cárcel y onerosas multas de no cumplir lo que, de todas maneras, es
imposible para quienes están obligados a ir a trabajar a diario so pena de
morir de hambre. Y claro, se sabe que en Santiago (recordemos, la 4ª ciudad del
mundo con más contagios), el 40% de las empresas –que ya es muy discutible que
efectúan labores estrictamente esenciales- no se ha detenido durante la
emergencia sanitaria, lo que ha obligado a movilizarse a unos 2 millones de
trabajadores; además, existen unos 600 mil ocupados informales forzados a ir a
sus labores (la mayoría de ellos no cuenta con un contrato de trabajo escrito y
por lo tanto operan de manera irregular); y unos 580 mil trabajadores
“independientes” (que subsisten gracias a lo que obtienen en la calle, en
comercio ambulante, como jardineros, etc.). En suma, entonces, diariamente una
masa de 3,2 millones de personas se ve impelida a desplazarse por toda la
Región Metropolitana, la mayoría de las cuales lo hace hacinada en los
microbuses del Transantiago y en los vagones del Metro, haciendo imposible
cualquier medida de distanciamiento físico básico y reduciendo a la impotencia
cualquier esfuerzo destinado a constreñir las cifras de contagiad@s y
fallecimientos a causa del nefasto Coronavirus.
La
realidad que buscan con desesperación ocultar los sectores dominantes es que,
de no cambiar las condiciones económico-sociales impuestas por ellos a sangre y
fuego hace cinco décadas, la crisis que viene será descomunal. Y esta será una verdadera
debacle general de no lograrse prontamente contener y mitigar los efectos
de la actual epidemia por COVID-19, lo que sólo se puede hacer mediante
la implementación de una inmediata y efectiva Cuarentena o Cierre Total Obligatorio
Nacional, con distanciamiento social o físico básico, al menos por 1 mes, dejando
activos nada más que los sectores productivos y de servicios estrictamente
vitales, asegurando un sueldo mensual de $600 mil a cada trabajador que pase a
aislamiento –independiente de su tipo de contrato- por los próximos 6 meses,
con cargo a un alza de impuesto permanente a las grandes riquezas. Lo demás son
teorías conspirativas.
2020, junio, 21
Círculo de Estudios Políticos Miguel
Cabrera Fernández
sábado, 20 de junio de 2020
CHILE: MINISTERIO DE ¿"EDUCACIÓN"? SIGUE REPRIMIENDO A LOS DOCENTES
CHILE:
MINISTERIO DE ¿”EDUCACIÓN”? REPRIME Y HOSTIGA A DOCENTES.
Hacemos el llamado al Colegio de Profesores, a todas las
Profesoras, a todos los Profesores, para que se sumen a la Protesta Nacional
del 2 y 3 de julio de 2020, en donde todas y todas debemos expresar a través de
acciones directas de protesta social nuestro rechazo a un gobierno, a un
Estado, que centra su mirada en el Ser Humano, sino que sólo en el lucro, en la
ganancia, en la plusvalía.
«Contra la estupidez, los propios dioses luchan en vano». «Mit
der Dummheit kämpfen Götter selbst vergebens», Friedrich Schiller (1759–1805).
Raúl
Figueroa[1], actual ministro de “educación”, junto con Jaime Mañalich[2] Paula
Daza[3] y el tirano asesino Piñera, debiesen pagar con cárcel por su
contribución a que la pandemia del corona virus se multiplicara a niveles
intolerables. Con sus declaraciones macabras del mes de abril de 2020 dieron la
sensación de que todo estaba superado y que era posible “volver a la
normalidad”. Sabemos que el mismo que convoca al chamullo constituyente hizo
pagar el fracaso, no sólo del actual gobierno, sino que también del congreso
nacional, en la persona del ministro de salud.
Y
en medio de la pandemia, el ministerio de “educación” prosigue su escalada en
contra de los Docentes. El Colegio de Profesores rechazó una circular que
redactó Raimundo Larraín Hurtado (Jefe División-Educación General, como un
título de un organismo militar). En palabras de Mario Aguilar: «Nosotros
creemos que es una circular absurda que no tiene ningún sentido, por lo tanto,
lo primero es no hacer uso de ella, no considerarla y desobedecerla si se
quiere. Esto porque en primer lugar, el señor Raimundo Larraín (Jefe División
de Educación General) no tiene atribuciones para darles instrucciones a los
docentes y en segundo lugar, porque son cuestiones carentes de sentido y no
pasa nada si es que se desestiman, no significan aporte alguno. Y junto con
eso, también estamos estudiando acciones legales de ante Contraloría y
tribunales»[4].
Los
Docentes siguen trabajando y mucho. Trabajan en nuevas condiciones. Trabajan
con la vocación que los caracteriza. Siguen trabajando desde sus casas, con las
problemáticas y urgencias propias de lo que está ocurriendo.
Los
Docentes, al igual que toda la población que no pertenece al 1% más rico de
Chile sigue viviendo con la angustia de las deudas, de los gastos.
Hacemos
el llamado al Colegio de Profesores, a todas las Profesoras, a todos los
Profesores, para que se sumen a la Protesta Nacional del 2 y 3 de julio de
2020, en donde todas y todas debemos expresar a través de acciones directas de
protesta social nuestro rechazo a un gobierno, a un Estado, que centra su
mirada en el Ser Humano, sino que sólo en el lucro, en la ganancia, en la
plusvalía.
Ha
llegado la hora de Vencer. Ha llegado el momento de terminar con un Estado que
sólo está al servicio de unos pocos. Ha llegado el momento de instaurar un
Gobierno Popular que asegure la felicidad de millones.
Andrés
Morales.
Junio
20 de 2020.
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