sábado, 18 de abril de 2020

PARTE IV: SIPONA-SIPOIN MARZO-ABRIL 2020 CIRCULO DE ESTUDIOS POLÍTICOS MIGUEL CABRERA FERNÁNDEZ, PAINE.


ANÁLISIS SITUACIÓN POLÍTICA: ‘PLAN MARZO’, MOVIMIENTO POPULAR Y LA IZQUIERDA REVOLUCIONARIA.  PARTE IV.


Análisis del Círculo de Estudios Políticos Miguel Cabrera Fernández

Análisis de la Situación Política Nacional, Chile, Marzo-Abril
Abril 2020

Y eso que Piñera y su derechista dictadura habían planificado y montado un contundente “plan marzo”, para lo cual adquirieron más vehículos y elementos represivos a fin que las FFAA y de Orden se lanzarán a contener con toda la brutalidad posible las manifestaciones y acciones populares anunciadas. Además, aumentaron el número de pacos operativos apurando la salida de nuevas promociones y facultando la apertura de cupos a civiles y jubilados dentro de las comisarias, para el apoyo a tareas logísticas. A lo anterior se había sumado, el 9/1 [5], la materialización del Comando de Inteligencia, dependiente de la Dirección de Inteligencia del Ejército, ente que pasó a centralizar “la totalidad de las operaciones y actividades que desarrollen las unidades de Inteligencia”, tanto de las diversas ramas de las FFAA y de Orden como de la ANI, ciertamente con el objetivo de centrarlos en el encuadre y persecución de organizaciones y dirigentes político-sociales que forman parte del MP y de los cr@s más destacados de la Resistencia Popular. Y desde el punto de vista de la represión y castigo legales, el BPE había venido proponiendo y acordando una serie de leyes ad hoc: ‘antisaqueos’ y ‘antibarricadas’ (esta incluye el castigo a eventuales participantes en, “el que baila pasa”), aprobada el 16/1 [6]; los proyectos ‘antiencapuchados’, ‘Estatuto de protección para Carabineros, PDI y Gendarmería’, ‘Modernización del Sistema de Inteligencia del Estado’, entre muchos más y que se encuentran en diversas etapas de discusión legislativa [7]. En tanto, el proyecto de ley que otorga facultades a las FFAA para resguardar “infraestructura crítica” [8] y que cuenta ya con un 75% de progreso, es uno de los que ha sido más ampliamente resistido. Por ello, al declarar Piñera el Estado de Catástrofe como parte de su inoperante e inconsistente estrategia para enfrentar la pandemia por COVID-19, el ministro Mañalich, negado para las políticas públicas pero avispado para obrar contra estas, aprovechó de dar el aviso que los milicos “ayudarían a combatir al coronavirus” (¿?) y -de pasada- que resguardarían todo aquello que se les ocurriera pudiese ser ‘infraestructura crítica’ [9].   

Como lo primero en la vida del ser humano es la vida misma, la necesidad de mantenernos viv@s para seguir bregando por la construcción de un Chile mejor se presenta, entonces, perentoria en el presente período. Pero, que quede claro que el obligado repliegue desde las calles y la suspensión de las grandes expresiones populares de descontento sólo significan un paréntesis dentro del proceso general de la lucha popular y revolucionaria del último tiempo, y en ningún caso ello implica bajar la guardia frente al gobierno dictatorial, los que le apoyan y los que, por imbecilidad o a sabiendas, lo justifican.

Si somos más lúcid@s y tenaces que nuestros enemigos, aprovecharemos ésta etapa de distanciamiento meramente físico para prepararnos y fortalecernos en cuanto a las acuciantes y fundamentales tareas que deben ser acometidas por el MP: profundizar y extender su unidad interna, con el fin último de construir el instrumento unitario que conduzcan a los explotados y excluidos de nuestra formación por la senda de la lucha clasista sin tregua, al mismo tiempo que –en conjunto con los amplios sectores de nuestra formación que apoyan la causa popular- fortalecer los gérmenes de poder político alternativo existentes y lograr levantarlos en aquellos territorios donde ello no se haya hecho efectivo; expandir y fortalecer las redes nacionales e internacionales que conforman su soporte político y social; trabajar a fondo a fin que logre cristalizar el Programa de los Pueblos, los explotad@s y excluid@s de Chile, lo mismo que su estrategia de combate para el tiempo que vendrá a continuación de la presente debacle sanitaria. En una palabra, estos meses de receso de la lucha masiva deben ser utilizados por el MP para acometer una transcendental tarea: la de transformar un gran movimiento social popular en sí –que lucha por objetivos inmediatos y democráticos- en uno de carácter cualitativamente superior, de fuerza política y social para sí, que aspire a la derrota de su enemigo de clase y avance a paso firme a la construcción de una nueva y mejor sociedad.

Por cierto, la Izquierda Revolucionaria (IR) se encuentra llamada a coadyuvar al logro de todas estas importantes metas, so pena de caer en la anomia o en el descrédito frente al mundo popular de no intentar siquiera hacerlo. Pensamos, en todo caso, que antes de plantearse alguna intervención o abordaje de importancia en la coyuntura, la IR, sus organizaciones y dirigentes, debieran dar pasos rápidos y concretos para alcanzar la unidad en la acción del sector, dejando de lado los lastres que, durante todas estas décadas, le han impedido hacerla efectiva y lograr convertirse en un verdadero protagonista de la lucha clasista en nuestra formación: el caciquismo, los ideologismos de toda laya, los sectarismos y las pequeñeces personales y grupales. Debe compenetrarse y vincularse estrechamente con las nuevas generaciones de revolucionari@s, aprendiendo de estos y aportando su rica experiencia de lucha. Es una tarea difícil de acometer, ya lo sabemos, pero no imposible, toda vez que cada cual debiera estar llano a hacerlo por el bien de la causa última, que es la liberación y la emancipación sociales del mismo pueblo que decimos representar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario