ANÁLISIS SITUACIÓN POLÍTICA: EL MOVIMIENTO POPULAR SUSPENDE SU
OFENSIVA PARA DEFENDERSE DEL COVID-19
PARTE II
Análisis del Círculo de Estudios Políticos Miguel Cabrera
Fernández
Análisis
de la Situación Política Nacional, Chile, Marzo-Abril
Abril 2020
Luego de cerrarse
el período más álgido y masivo del Levantamiento Popular –desde el 18/10 a
fines de diciembre- y de uno de los veranos más desapacibles en las últimas
tres décadas (sino recordar el éxito que significaron, en términos
político-sociales, las sucesivas ‘funas’ a la PSU, protagonizadas por la ACES y
la ‘funa’ al Festival de Viña del Mar), marzo
comenzó muy auspicioso para los combates librados por el MP a lo largo del país.
Antes de proseguir, digamos que consideramos a éste conformado por los compañer@s
que se las juegan en las calles y territorios, tanto en las “Primeras Líneas” (en
cantidad más reducida, pero l@s más aguerrid@s y comprometid@s) como detrás y a
la retaguardia de estas (l@s más numerosos y centrados en la agitación y el apoyo
logístico), a tod@s l@s cuales denominamos activ@s
democrátic@s; la amplia franja de población (variopinta en lo social) que de
alguna manera promueve la renovadora asonada popular con ardor y en forma
evidente (cacerolea, pone música, corea consignas, pitea, iza banderas, etc.),
desde sus hogares, lugares de trabajo o estudio; y al amplísimo conjunto de
quienes apoyan moralmente o simpatizan con la lucha político-social emprendida,
que, en última instancia, corresponde a la mayoría nacional. Que somos l@s más,
se verificaba a comienzos de marzo, cuando sobre un 66% de l@s chilen@s apoyaba
la rebelión popular y un 70% indicaba que Chile sería un mejor país que antes de
llegar a resolverse la crisis de gobernabilidad y representatividad abierta por
entonces [1].
Las primeras
semanas del tercer mes de 2020 fueron marcadas a fuego por varios momentos sobresalientes:
-El “Súperlunes”, 2/3, denominado así
por la Coordinadora 8M (que estaban calentando motores para lo del 8-9/3) y al
que también se sumó un amplio conjunto de organizaciones populares. Las
demostraciones callejeras se hicieron sentir en varias ciudades del país, pero destacaron
por su masividad y combatividad las realizadas en Valparaíso y Santiago [2]. En esta última, las acciones comenzaron con
una inmensa Caravana, de Cicleteros y No+TAG, la que por varias horas recorrió diversas
avenidas, confluyendo luego sus participantes junto a otros cientos de miles de
manifestantes alrededor de la Plaza de la Dignidad. Aquí, l@s asistentes fueron
atacad@s duramente por FFEE de Carabineros, ocasionándoles 4 heridos con
balines de plomo y deteniendo nada menos que a 283 personas. Pero los pacos no
se las llevaron pelada y tuvieron un saldo de ¡76 heridos! Ya en la noche, hubo
barricadas y nuevos enfrentamientos con las fuerzas represivas;
-Las extensas y multitudinarias
movilizaciones de l@s estudiantes secundari@s, luego de retomar sus clases
(4 al 13/3), con tomas de establecimientos y fugas masivas desde estos, marchas
en los centros urbanos y en variados territorios, cortes de rutas importantes,
evasiones y ‘sentadas’ en el Metro de Santiago, enfrentamientos con FFEE de Carabineros,
etc.;
-Las gigantescas movilizaciones en torno a
la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, 8/3 (con una marcha que
congregó en la capital a más de 2 millones de personas) [3], y la convocatoria a una multitudinaria Huelga General Antipatriarcal, 9/3. Ambas jornadas,
sin duda, fueron las que contaron con el mayor apoyo ciudadano en lo que iba
del presente año. En torno a ellas, los enfrentamientos y acciones directas se
extendieron a la mayor parte de las grandes urbes, aunque también adhirieron
otras menores y que habían estado ausentes hasta entonces;
-El ‘Mochilazo’ del 11/3, en una nueva
convocatoria de l@s secundari@s, pero ahora coaligados con el llamado de amplios
sectores populares no estudiantiles a constituir esa jornada en un Paro
Nacional. Dichas movilizaciones se orientaban a protestar contra los dos
años de la dictadura derechista del gran empresario Piñera y por cumplirse 30
años desde la imposición de la democracia gorila vigente, la cual continúa avalando
el modelo de dominación/explotación heredado por la dictadura cívico-militar a
las fuerzas que conforman el bloque político de Estado.
Hagamos
un paréntesis. Este acuerdo político, denominado Bloque Político de Estado (BPE), expresa un compromiso tácito,
relativamente inalterable, establecido entre las derechas económica y política
con la llamada “oposición” (exNM y ahora el FA), con la finalidad expresa de mantener y reproducir el modelo de
dominación/explotación impuesto bajo la dictadura cívico-militar y la finalidad
última de conservar la unidad y la gobernabilidad de ésta formación social
clasista. Hacemos presente que éste es diferente, en cuanto a su
constitución, intereses, capacidades y prácticas políticas, del Bloque en el Poder (BP), que corresponde
a la unidad política específica de las clases y fracciones de la gran burguesía,
que establece la forma del Estado, los regímenes políticos (variables dentro de
los límites marcado por esa forma de Estado), y las relaciones y el
funcionamiento concreto de los partidos políticos en un determinado estadio de
esa formación; en suma, el BP se
constituye en la necesidad del Estado capitalista de demarcar los límites en su
relación con el campo de la lucha política de clases. En nuestra formación,
quien hegemoniza el BP, es la fracción burguesa monopólico-financiera.
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