BRIGADA DE PROPAGANDA MIR LUIS BARRA
GARCÍA: A SUMAR ESPERANZA EN ESTOS 55
AÑOS DE VIDA PARTIDARIA.
A 55 AÑOS DE LA FUNDACION DEL MIR, VIGENCIA DE LOS
PRINCIPIOS Y DE SU PROGRAMA.
“No aceptes lo habitual como cosa natural,
porque en tiempos de desorden, de confusión organizada, de humanidad
deshumanizada, nada debe parecer natural. Nada debe parecer imposible de
cambiar” -Bertold Brecht
Hace casi 55 años se inició una caminata donde un puñado de viejos y
nuevos luchadores, en un local sindical de calle San Francisco, en Santiago,
diera vida al proyecto revolucionario más importante de la historia reciente
del movimiento popular chileno. En casi 55 años, muchos hechos, sus
interacciones y devenires, han estremecido su Declaración de Principios y su
Programa; qué duda cabe. Pero, como persisten las condiciones político-sociales
que llevaron a su creación, podemos decir que aquellos Principios y ese
Programa siguen vigentes, ya que siguen siendo respuestas válidas ante la
opresión y la discriminación, válidas ante el capitalismo y su dictadura.
La Brigada de Propaganda MIR Luis Alberto Barra García contribuye con
este pequeño Documento y hace suyo este resumen. En estos
momentos todo está en juego y el alzamiento popular del 18 de octubre de 2019
abrió una nueva esperanza que debe concluir destrozando el Estado capitalista,
terrorista, chileno.
BRIGADA DE PROPAGANDA MIR LUIS ALBERTO BARRA GARCÍA
Haremos la comparativa considerando
los aportes del Movimiento de Izquierda
Revolucionaria –MIR- en estos casi 55 años de historia y el hoy por hoy
1.- Hace
55 años: el MIR fue claro en señalar que nacía para constituirse en la
vanguardia marxista de la clase obrera y las demás capas oprimidas, heredero de
las luchas y tradiciones revolucionarias: Recabarren, Bilbao, Lautaro, etc. El
MIR rompe con los partidos de la izquierda tradicional y sus prácticas
políticas. Además, se declara independiente político-ideológicamente de los focos
del socialismo históricamente construido por entonces: URSS y China (es decir,
se opone al estalinismo);
Hoy: se requiere de la construcción de una fuerza de
ese tipo, que tenga un carácter de clase, de la clase de los trabajadores, los
explotados, los humillados, los discriminados. Una organización de la izquierda
revolucionaria que nuevamente rompa con la izquierda reformista, la que ha
claudicado en toda la línea (PC-PS-PPD-PRSD-FA-US). Una vanguardia, la cual,
hoy por hoy, debe hacerse continuadora de la lucha de todo@s l@s mencionados,
pero que debe recoger también el ejemplo de tod@s aquell@s que resistieron a la
Dictadura Cívico-Militar desde el mismo golpe. Urge reformular un análisis
cabal y científico de nuestra realidad económico-social, de la esfera de lo
político e impulsar con fuerza el debate y la discusión ideológica más extensos
posibles, a fin de dar atajo a las deformaciones de nuestros enemigos y de los
reformistas acerca de la lucha revolucionaria y para difundir las ideas sobre
el cambio social y el socialismo;
2.- Hace
55 años: el MIR es enfático en afirmar que su finalidad es contribuir al
derrocamiento del sistema capitalista y reemplazarlo por un gobierno de
trabajadores y campesinos, dirigido por los órganos del Poder Popular,
construyendo el socialismo y extinguiendo el Estado hasta llegar a la sociedad
sin clases. El MIR no habla de etapas dentro de esa lucha por el poder para las
clases oprimidas y explotadas;
Hoy: al fragor de las luchas callejeras se está
construyendo los órganos del nuevo poder que debe destruir el poder de los
ricos; las Asambleas Populares y las Asambleas Territoriales, las que van
construyendo desde ya los gérmenes del contrapoder de los explotados,
prefigurando la sociedad socialista a la que aspiramos. Asimismo, sigue vigente el hecho que serán los
pueblos y los trabajadores de Chile, en un proceso revolucionario
ininterrumpido, los que cumplan con esas tareas;
3.- Hace 55 años: EL MIR declara que
la destrucción del capitalismo implica un enfrentamiento revolucionario de las
clases antagónicas;
Hoy: pululan los movimientos ‘ciudadanistas’,
‘constituyentes’, ‘electoreros’, ‘por una economía moral-social’, por etc., que
sólo aspiran a reformar el capitalismo y escamotean el enfrentamiento de
clases, al nivel de las relaciones sociales (o sea, hombre-hombre) por uno del
hombre con las cosas. Es decir, se requiere retomar el concepto de la
inevitabilidad del enfrentamiento de las clases antagónicas, y la consiguiente
preparación frente a ello, para resolver la cuestión del poder;
4.- Hace
55 años: El MIR fundamenta su accionar en el hecho histórico de la lucha
de clases y rechaza categóricamente toda estrategia tendiente a amortiguar ésta
lucha. No existe una fracción de la gran burguesía que tenga un carácter
‘nacional’ o ‘progresista’, posible aliada del pueblo y los trabajadores;
Hoy: como decíamos antes, se extienden movimientos
reformadores del capitalismo y del sistema de dominación, cuando de lo que se
requiere es de alentar el enfrentamiento en todos los aspectos de la lucha de
clases: social, político, ideológico, cultural, material. La organización
revolucionaria debe insertarse profunda y extensamente en los sectores más
avanzados y conscientes del MP y de los frentes sociales: estudiantes,
trabajadores urbanos y rurales, pobladores, y desde allí agitar su programa y
estrategia e impulsar las acciones y la organización más radicales;
5.- Hace
55 años: El MIR reconocía al proletariado como la clase de vanguardia
revolucionaria, la que debía ganar para su causa a todos los demás sectores explotados
y empobrecidos;
Hoy: ese sujeto está desorganizado, confundido,
atemorizado, esclavizado por las deudas. Aun así, él sigue siendo el portador
de la nueva sociedad y un actor social estratégico en la lucha por su liberación
si consideramos su rol fundamental en la producción. Por ello, sigue siendo
vigente que todos los esfuerzos orgánicos, políticos e ideológicos de los
revolucionarios deben orientarse a revertir tales desfavorables condiciones,
fortaleciendo el papel de los trabajadores como transformadores de su propia
realidad en cuanto sujeto social. La inserción entre los trabajadores urbanos y
rurales, sigue siendo de una trascendental importancia;
6.- Hace
55 años: El MIR tenía claro que el capitalismo, en su fase superior del
imperialismo, ofrecía sólo dictaduras y guerras para resolver la lucha cada vez
más extendida entre los de ‘arriba’ y los de ‘abajo’, ocultando en ciertos
períodos su opresión bajo el manto de la dictadura democrática;
Hoy: Siguiendo ese predicamento, se hace de vital
necesidad exponer a las mayorías nacionales, mediante la lucha
político-ideológica, la esencia dictatorial de esta falsa democracia, la que ni
siquiera, en rigor, se corresponde a una de tipo liberal, pues ha relativizado
todos los derechos y libertades que se aseguraban antes del Golpe. Sigue siendo
vigente, más que hace 55 años, que en el régimen capitalista la producción es
social, pero la apropiación es individual;
7.- Hace
55 años: el MIR tenía por cierto que las luchas sociales eran nacionales,
pero al mismo tiempo mundiales. No obstante, en lo que constituye una
diferencia radical con lo que acontece en la actualidad, el imperialismo
enfrentaba un período desfavorable. No caben las posibilidades para el Socialismo
en un solo país y la competencia económica tras una política de ‘coexistencia
pacífica’;
Hoy: las luchas sociales populares se han ido
atomizando, haciéndose muy locales y separadas de las otras de los siguientes
niveles (provinciales, regionales y más aún de las nacionales), así como
circunscritas a unos pocos sectores o frentes sociales. Aún no se logran
coordinar efectivas luchas antiimperialistas al nivel internacional. En estos
tiempos, el imperialismo está en una posición hegemónica; ha logrado mundializar
y transnacionalizar el capital financiero. Por ende, debemos ser humildes,
llevando el sentido de las luchas desde lo simple a lo complejo; de las
demandas inmediatas a las más políticas, politizando todas las luchas
economicistas; de lo local a lo nacional y de ahí a lo internacional. No
obstante, la misma transnacionalización nos ayuda para extender la lucha, pues
todas las partes del sistema capitalista mundial han sido interrelacionadas a
un grado extremo por los propios sectores dominantes mundiales;
8.- Hace
55 años: las revoluciones libradas por los movimientos populares por la
liberación nacional y la reforma agraria (las llamadas ‘tareas democráticas’,
que debían realizar unas supuestas burguesías progresistas) devenían en
revoluciones sociales, por lo que se descartaban las alianzas con sectores
reformistas de la burguesía;
Hoy: el PC y el PS, el frente amplio, se la juegan por
esa alianza, a la espera que se puedan llevar a cabo hipotéticas reformas, las
cuales posibiliten, en un plazo indefinido, los cambios más de fondo. Es decir,
aún debemos combatir políticamente al reformismo y el entreguismo, y todas las
políticas que desarman al pueblo, en vez de potenciar sus fuerzas. Sigue siendo
válido hoy que sin el derrocamiento de la burguesía no hay posibilidades
efectivas de liberación nacional y de expropiación de la riqueza social para la
mayoría nacional, tareas democráticas que debe acometer el MP y su vanguardia,
combinándolas con medidas socialistas. Asimismo, continúa siendo vigente el
principio de que no es posible el Socialismo en un solo país y que el
imperialismo será derrotado por la revolución en sus propios bastiones;
9.- Hace
55 años: las condiciones objetivas estaban más que maduras para el
derrocamiento del sistema capitalista, situación desconocida por el reformismo
y el revisionismo. Ésta grave negligencia, generaba una crisis de dirección
mundial del proletariado;
Hoy: aquellas condiciones objetivas se han agudizado
aún más, pero la izquierda reformista y entreguista definitivamente claudicó.
Será labor de l@s revolucionari@s, mediante una lucha político-ideológica
intensa desde el MP y hacia el movimiento de masas, hacer luz sobre la
necesidad del cambio social profundo y remontar esa crisis de dirección; o sea,
se debe articular el factor subjetivo.
10.- Hace
55 años: Chile era un país semicolonial, de desarrollo capitalista
atrasado, desigual y combinado. A pesar de su atraso, no era un país agrario,
sino industrial y minero. En suma, no era una formación feudal o semi-feudal,
en que cabía la concepción de la lucha por el poder por etapas, en espera de
una etapa ‘democrático-burguesa’ para pasar luego a combatir por el Socialismo;
Hoy: Si bien Chile ha tenido un crecimiento
capitalista relativo, con cierta preeminencia del sector económico terciario,
lo anterior, en términos generales, sigue siendo vigente. Nuestro capitalismo
persiste fuertemente dependiente y entrelazado con el capital
monopólico-financiero transnacional. Sólo cabe la lucha ininterrumpida por la liberación
nacional y el Socialismo, combatiendo las falsas ilusiones sobre una cierta
burguesía ‘progresista’, la colaboración de clases y los supuestos atajos
dentro del enfrentamiento clasista;
11.- Hace
55 años: las direcciones burocráticas de los partidos de la izquierda
tradicional se negaban a plantear el derrocamiento de la burguesía, limitándose
a políticas de reforma al régimen capitalista, de colaboración de clase y de
engaño a los pueblos y los trabajadores mediante la ilusión electoralista permanente;
inclusive, con la “vía pacífica y parlamentaria”, la que será resistida por la
burguesía mediante la dictadura totalitaria y la guerra civil;
Hoy: ese cuadro se ha intensificado, por lo que sólo
cabe levantar una política que apunte a fortalecer todo el poder del pueblo y
los trabajadores en su lucha contra los explotadores y los que les apoyan.
Dicha estrategia de los de abajo, debe considerar la capacidad efectiva y
ofensiva capaz de sostener la lucha hasta el final;
12.- Hace
55 años: el MIR se fundaba para unificar, por encima de todo sectarismo, a
los revolucionarios dispuestos a emprender la preparación y organización de la
Revolución Socialista Chilena. El MIR se define como una organización
marxista-leninista y se rige por los principios del centralismo democrático;
Hoy: aquel desafío planteado por los fundadores del
MIR, implica que la entrega por la causa de los explotados y oprimidos debe
volver a ser total o nada de lo planteado hasta aquí será posible. Las
concepciones del marxismo deben ser actualizadas con todos los aportes de estas
cinco décadas y deben servirnos para censar la realidad de nuestra actual
formación, sus contradicciones e interrelaciones, la composición y el
alineamiento clasista, los sujetos sociales relacionados dialécticamente, su
relación con las otras formaciones capitalistas dependientes de América Latina,
etc., a fin de elaborar la teoría para la praxis revolucionaria para éste y los
futuros tiempos;
13.- Hace
55 años: el MIR apoyaba al campo socialista, por graves que fueran los
errores en que solían incurrir, rechazando la idea de una posible neutralidad.
El MIR practicaba el internacionalismo, como forma práctica de solidaridad con
las luchas de los pueblos explotados y oprimidos del mundo, además de insistir
en el respeto del derecho a la autodeterminación de los pueblos y su lucha
contra la injerencia imperialista;
Hoy: el MP y su vanguardia deben apoyar a todos los
movimientos que luchan por su liberación nacional y social en América y el
resto del mundo. Siguen vigentes el internacionalismo, el respeto por la
autodeterminación de los pueblos y la lucha contra la intervención
imperialista;
14.- Hace
55 años: el MIR proclamaba la expulsión del imperialismo, nacionalizando sus
intereses en Chile, rompiendo los pactos que ataban al país con él,
desconociendo la deuda externa sustraída por los gobiernos burgueses con él,
ampliando las relaciones diplomáticas y comerciales con todos los países;
Hoy: siguen siendo válidos todos esos puntos;
15.- Hace
55 años: el MIR planteaba una revolución agraria, en que consideraba la
expropiación del latifundio y la entrega de las tierras a los campesinos,
individual o colectivamente;
Hoy: se requiere expropiar el latifundio forestal, el que
daña a las comunidades mapuche y campesina chilena, a las que se debe dar
preferencia para la distribución de los terrenos, sin perjuicio de considerar
la necesidad nacional de contar con tierras suficientes para sostener las
necesidades alimentarias, carácter que nunca debieron abandonar;
16.- Hace
55 años: junto con la aplicación de las medidas inscritas en los dos puntos
anteriores, correspondientes a las llamadas “tareas de carácter democrático”,
el MIR planteaba que ellas debían estar ligadas, de manera íntima e
ininterrumpida, con los objetivos de carácter socialista, que eran: Socialización
de los sectores vitales para la población y el país: la banca, los créditos,
los seguros, los transportes, la Medicina y la Seguridad Social, la propiedad
urbana y la educación en todos sus niveles; la Expropiación de las
empresas de la burguesía interna y administración de las mismas por los
Sindicatos y Consejos Obreros; Control estatal del comercio exterior e
interior; Planificación y Administración de la economía por el
gobierno Socialista y con participación de los órganos del Poder Popular; dicho
programa debía ser realizado mediante la liquidación del aparato estatal
burgués y reemplazado por la democracia directa proletaria;
Hoy: en perspectiva, todas estas medidas debieran
aplicarse en un proceso hacia el socialismo, con algunas redefiniciones
respecto de las formas más adecuadas para que las organizaciones de los pueblos
y los trabajadores ejerzan efectivamente un poder desde la base; un poder que
los vaya liberando de la explotación, el sometimiento y la enajenación;
17.- Hace
55 años y hasta los años “80s: el MIR no descubrió los métodos de la lucha
de clases, tales como la huelga, la ocupación de tierras y las corridas de
cercos, las tomas de fábricas y terrenos, los grupos de auto-defensa, la
propaganda armada, la lucha guerrillera, urbana y rural, los choques callejeros
con la reacción y la represión, etc., pero los alentaba e impulsaba;
Hoy: las nuevas generaciones vuelven a ‘descubrir’
esas formas de lucha y ojalá persistan y sigan profundizando ese proceso, en
una especie de movimiento elíptico que gira sobre sí mismo;
18.- Siempre:
el
MIR planteó que la lucha por las reivindicaciones inmediatas no debe
transformarse en una meta final, como lo plantean los reformistas y los
sectores que intentan ‘abuenar’ el sistema capitalista, sino que debe servir
para elevar a un plano político revolucionario a las masas que se movilizan por
tales objetivos concretos;
Hoy: cómo podemos constatarlo, ello continúa siendo
válido.
“La lucha será larga y difícil.
Recién comienza. Hemos recibido algunos golpes.
Los hemos superado. Más golpes vendrán.
Sabemos que en esta lucha se nos puede ir la Vida,
pero la continuaremos hasta la Victoria final”
Miguel Enríquez
BRIGADA DE PROPAGANDA MIR LUIS BARRA GARCÍA
Julio 27 de 2020
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