Hemos recibido un
interesante análisis político, elaborado por el CEP Miguel Cabrera Fernández y
que se enfoca en la coyuntura política actual chilena. Por la trascendencia de
su contenido y alcances, damos a conocer públicamente dicho trabajo.
En nuestra
formación, la segunda parte del año comenzó bastante agitada en el terreno de
la política. La dupla gobierno/empresariado ve drásticamente mermada la
iniciativa que lograra en el período anterior, siéndole esta hábilmente arrebatada
por los Grupos Mantenedores y Reproductores del Sistema (GMRS), encarnados en
la autodenominada “oposición”, quienes ofertan una herramienta rápida y expedita
para que las familias de la clase trabajadora puedan enfrentar el trance económico
y social causado por la pandemia por COVID-19: el retiro del 10% de los fondos
previsionales de l@s mism@s trabajador@s. Tales ‘opositores’ logran, en un
mismo movimiento, anular a los primeros (desordenando sus filas) y concitar una
gran aprobación a su propuesta por parte de la mayoría de la población. Y para
que tal medida fuese aceptada finalmente por el gobierno patronal, dichos
grupos contaron con el apoyo circunstancial, pero decisivo, del Movimiento
Popular (MP), el que se desplegó por las calles de todo Chile y plantó cara a
la brutal represión que se le dejó caer. En suma, la “oposición” pasó de dar
oxígeno al gobierno, mediante reiterados acuerdos coyunturales, a hacer un
juego propio, con el cual consigue suficiente iniciativa política para
enfrentar su principal trato con la derecha política: el que versa sobre un proceso
seudoconstituyente, así como para mejorar su desempeño en los variados procesos
electorales que se avecinan.
Remueven también
las aguas de la coyuntura las protestas y acciones de sabotaje del pueblo
Mapuche, tanto por sus reivindicaciones históricas como por la pronta liberación
de sus PP, sobre todo de aquellos que exponen sus vidas en una peligrosa y prolongada
huelga de hambre. Asimismo, contribuye a inquietar el patriarcal orden de los
sectores dominantes la oleada nacional de indignación femenina contra el poder
Judicial, el que se muestra blando con los violadores, pero agresivo cuando se
trata de encarcelar mujeres que protestan por sus derechos.
Como
auguráramos, al ser tan exiguo el margen de desahogo logrado en el período
anterior por el gobierno y el empresariado, aquel rápidamente se vio eclipsado
por los efectos corrosivos y conjuntos de la virosis universal, por un lado, y las
protestas sociales del período, por el otro. Precisamente, son todas estas
prácticas políticas de los excluid@s y postergad@s –en especial aquellas
relacionadas con la lucha por la recuperación del 10% de los fondos
previsionales y por el fin de las AFP- las que, aparte de presagiar un nuevo proceso
de rebelión popular nacional, produjeron diferencias políticas importantes
entre los componentes de la alianza gubernamental. Así, las directivas de la
derecha más ligada al capital financiero (UDI y Evópoli) se negaron a cualquier
posibilidad de un retiro anticipado de una parte de los fondos previsionales,
ello como parte de la política del ‘tejo pasado’, tendiente a cortar de tajo
las reformas que pudieran conducir al desarme del negociado de los grupos
monopólico-financieros. Pero ocurrió que algunos honorables dentro de las filas
de las fuerzas mencionadas, por razones meramente electorales y oliendo que la
derecha no va más en las venideras elecciones, se allanaron a apoyar la
iniciativa de los GMRS, argumentando que la población no quiere más
ayudas-deudas, como las ofrecidas antes por su propio gobierno y amenazan con el
nacimiento de una “derecha social”. La facción que aparentemente se mostró más flexible
frente a la reforma (parte de RN, PRI y algun@s independientes), apuesta
también a quedar bien posicionada frente a su potencial electorado, pero sabían
que su papel resultaba fundamental para lograr ciertas cuestiones de fondo y
que son cruciales para el gran capital: dejar fuera toda posibilidad de acabar
con las AFP –la sangre que irriga el sistema financiero vigente- y hacer que la
mayoría nacional sea la que pague su propio salvamento de la crisis que la
azota.
Hubo algunos
en la izquierda que se dejaron seducir por la idea que la reyerta levantada al
interior de la derecha política y que salpicaba a la económica, constituía –de
algún modo- una verdadera fisura en el Bloque en el Poder (BP). Sin embargo,
tal contienda discurrió a nivel de la lógica simbólica y nunca llegó a ser ideológica:
ninguno de los contendientes abjuraba del modelo de pensiones actual y su
mantención; tampoco les pareció tan mal que, sin poner los empresarios o el
Estado ni uno, l@s explotad@s se sirvieran de sus propios fondos previsionales
para capear las vacas flacas; nadie puso en entredicho el sagrado derecho de la
propiedad privada (del gran capital, por cierto, aunque si lo fuera para el
caso de l@s trabajador@s); con seguridad esos recursos servirán a mejorar las
entradas de los capitales comercial y financiero. Al final, la derecha política,
ahora “social”, puede negociar de mejor forma con la “oposición” a fin que el nefasto
sistema de las AFP continúe por otros medios, reforma gatopardista mediante.
El cambio
de gabinete, de fines de julio, sólo vino a demostrar la unidad de la derecha y
su pleno apoyo a las políticas propiciadas por el gobierno patronal. Además, con
ello se da una señal muy clara al capital financiero, interno y transnacional, que
aquí se impondrá, sin escatimar esfuerzos, la gobernabilidad que requieren sus
negocios y que se avanzará sin incertezas en la más pronta reactivación
económica de la formación. El gran capital, a pesar de las vicisitudes que
afectan al grueso de la población, sigue beneficiándose del río revuelto y de
las facilidades financieras auspiciadas por el ejecutivo, a lo que se vino a
agregar la aprobación del Senado –el mismo día que la Cámara hiciera otro tanto
con el 10%, 23/7- a un proyecto de Piñera y Cía., el que permite a las AFP
traspasar gigantescas cantidades de dinero al rescate de los grandes grupos monopólicos,
sin ninguna fiscalización. Así, sus ganancias serán mayores y las pérdidas ciertas,
aunque estas se cargarán a l@s ya bastante esquilmad@s trabajador@s. Sea éste
ardid, un verdadero ‘cambiazo’, una lección para l@s ilus@s que creen que con
el 10% l@s trabajador@s han infligido una derrota al gran capital; cuando
nosotros vamos, ellos ya han ido y vuelto varias veces.
Sin duda
que los que pueden sacar cuentas alegres respecto de los resultados del periodo
son los GMRS, que identificamos con la exNM y a los que recientemente se han
adscrito el FA, y -por la orilla- el PC/US, que en conjunto representan un
instrumento político-ideológico reproductor del status quo estructural del
sistema de dominación/explotación, y mantenedor del orden social injusto y
discriminador impuesto por el BP. Conspicuos personajes de estos grupos,
aprovechándose de la descontrolada ruina que asola a la mayor parte de la
población (ya sabemos, la crisis sanitaria exacerba una preexistente, de tipo
social y estructural), en vez de acudir por enésima oportunidad a apoyar a los
sectores dominantes mediante acuerdos que, en última instancia, sólo sirven a
estos, tuvieron ésta vez la brillante idea de jugársela con una maniobra ‘0
costo’ para el empresariado -a fin de enfrentar las penurias populares- y en
una estrategia que los dejase bien posicionados frente a sus potenciales
electores. A su buena estrella contribuyó la tardanza de la ayuda gubernamental
y que cuando ésta llegó a hacerse oficial, aparte de remitirse sólo a
préstamos, obligaba a sus posibles beneficiarios a cumplir requisitos
insuperables.
Los GMRS,
con su bien actuada pantomima del famoso 10%, han confirmado, una vez más, su
rol sustentador del modelo, puesto que con su proyecto no persiguen, bajo
ninguna forma, exigir o imponer una contribución considerable a los grandes
capitales, nacionales y extranjeros, para que se pongan con una parte
significativa de la ayuda que con urgencia requieren millones de chilen@s. Es
más, el mismo día que aprobaban lo del 10%, el Senado sancionaba -con “suma
urgencia”- un proyecto que previamente habían acordado algunas de sus cabezas
con representantes del gobierno y que mencionáramos más arriba.
En tanto,
el MP, en el que para efectos analíticos incluimos a los pueblos, explotad@s y
discriminad@s por el sistema impuesto hace 5 décadas, realizó múltiples
acciones de protesta y de enfrentamiento con las fuerzas policiales y militares
durante el período. En este contexto, destacaron 3 momentos de lucha durante
julio: las jornadas del 2-3, una Protesta Nacional por demandas inmediatas, convocada
por una amplia gama de organizaciones populares; las del 6 al 8, para que se
aprobara en la Cámara lo del 10%: y la del 22, día en que coincidieron las
movilizaciones que demandaban la aprobación del famoso retiro de las AFP, la
liberación de los PPM y la impugnación a la cautelar de mero arresto
domiciliario para un reconocido violador y abusador de mujeres.
El 2 y 3
de julio, se vivieron protestas, caceroleos y cortes de calles en diversas
poblaciones y comunas del Gran Santiago; enfrentamientos con FFEE en Melipilla,
donde un haitiano - JOHNNY JOSEPH, 21 años– es asesinado de 4 tiros por Carabineros,
sin que la prensa oficial dijera nada al respecto. Se ejecutan acciones
directas en Peñalolén, Villa Francia (donde un “zorrillo” atropella a una
embarazada); ataques a comisarías en San Bernardo y Peñalolén; quema de
microbuses en V. Francia (1) y Renca (2). Asimismo, manifestaciones y
enfrentamientos se produjeron en Arica, Iquique, Antofagasta, Diego de Almagro,
en el Gran Concepción. En Valparaíso-Viña, donde un par de helicópteros de la
Armada sobrevuelan día y noche, a baja altura, se llevan a cabo manifestaciones
en el centro del puerto y barricadas en diversos cerros de ambas ciudades. Se
dieron también acciones de agitación y cortes de calle en Temuco (reprimido en
el acto por FFEE), sector alto de Puerto Montt, Villarrica y Niebla. En los
mismos días, en el Wallmapu, sendos ataques incendiarios a un centro turismo en
la ribera de Lago Lanalhue, Arauco (2/7) y a un fundo de la Forestal Arauco,
Collipulli (3/7).
Del 6-8,
por todo el país se suceden caceroleos, marchas, mítines, enfrentamientos con
las fuerzas del orden, demostrando a las claras que para el MP el 10% no es
suficiente y que se requiere con urgencia una ayuda estatal efectiva y
sostenida. Al mismo tiempo, los sectores populares manifiestan mediante dichas
prácticas políticas su decisión de luchar hasta terminar con las oprobiosas AFP
y por la implantación de un sistema de verdadera seguridad social que, entre
otros aspectos, brinde pensiones decentes y suficientes para tod@s l@s
trabajador@s.
La
tarde-noche del 22, por todo Chile se vivió una verdadera asonada popular (sólo
en la RM fueron detenidas más de 170 personas), cuando convergieron las
exigencias más acuciantes de los pueblos chileno y Mapuche, a la vez que la
reclamación femenina para hacer justicia en el caso de una joven violada y que
luego se suicidara. En los primeros casos, la lucha continúa; en el segundo,
afortunadamente la movilización logró revertir la cautelar de privación de
libertad domiciliaria para el consumado violador.
Poco a
poco, independientemente que el gobierno dictatorial decrete la ‘normalidad’
respecto de la pandemia por Covid-19 (frente a lo cual llamamos a tener toda la
cautela necesaria) y relaje las medidas de control sanitario, el MP incrementa
su accionar de los meses anteriores y logra articular -por la base- jornadas de
lucha, estrategias solidarias (“Sólo el Pueblo Ayuda al Pueblo”),
encuentros y discusión política virtuales entre Asambleas y organizaciones del
campo popular. Esperamos que pronto pueda cuajar un mínimo de coordinación
nacional entre las diversas entidades político-sociales de los pueblos,
explotad@s y discriminad@s, a la par que puedan dotarse de una plataforma
básica y clasista de lucha, así como del programa para el período que se abre al
debilitarse la actividad del Coronavirus. Evidentemente, el MP y los sectores
populares activados deberán considerar como un factor clave dentro de su
estrategia de combate la fuerza material y la represión que les opondrán la clase
dominante y el gobierno civil-militar, espoleados estos por profundizar la
guerra que desataran contra ellos desde el 18/10, recreando y aplicando una
descarada legalidad dictatorial, así como recurriendo extensivamente a las FFAA
y Orden, y contando para todo esto con el apoyo, explícito o tácito, de los
GMRS. Y es que la clase dominante, hegemonizada por su fracción monopólico-financiera,
es incapaz de flexibilizar su inicuo modelo de dominación/explotación y tan
sólo puede ofrecer miseria ante la urgente demanda de amplios sectores
populares por justicia social y por la recuperación de la dignidad.
Sobre el
aparente cisma que viéramos recientemente entre las fuerzas de Chile Vamos, si de verdad existiese una
cisura política entre los componentes del BP, en razón de su mayor o menor
grado de defensa del negociado que significan las AFP o de otro nodo del
sistema de dominación/explotación, será la lucha frontal y decidida de los
pueblos y oprimid@s lo que la hará convertirse en una grieta de proporciones,
dejando también en la estacada a los GMRS, que mediante sus trucos populistas
(más bien antipopulares) y electoreros ansían acceder nuevamente al ejecutivo, lo
que les facilitará –por un lado- negociar en mejor forma con las fuerzas del BP
y –por otro- meter a su gente en cuanto cargo público sea posible. De lo que se
trata, es que el MP avance a la creación de una crisis política ‘por abajo’, lo
que le permitirá debilitar en toda la línea la defensa que oponen sus enemigos
de clase.
Cuando se
cumplen 9 meses desde aquel heroico levantamiento popular de octubre, es
notorio que ni la represión de las FFAA y de Orden, que luego de la brutalidad
inicial dio paso a una de tipo más sibilina; ni la estrategia del lobo con piel
de oveja emprendida por las derechas económica y política, la que incluye bonos
y ‘agendas sociales’ 1.0 y 2.0; ni las penurias socioeconómicas provocadas por
la pandemia, han logrado mellar la decisión de combate del MP. Incluso más, tales
circunstancias sólo han contribuido a expandir en amplios sectores de los
pueblos y l@s explotad@s la semilla del descontento y la decisión de
movilizarse por sus derechos y ante tanto abuso. En la hora actual, ese combate
se resume en la consigna popular: “Que la crisis la paguen los ricos”.
Pero he aquí que un serio peligro regresa para amenazar la unidad y el espíritu
de lucha de l@s movilizad@s: la exNM, la izquierda reformista
y la neorreformista, cada cual a su ritmo y (des)criterio, retoman la ofensiva
para dar curso al acuerdo que alcanzaron con los verdugos de los pueblos el
15/11, ese que pretende ser todo un proceso de elaboración “democrática” de una
nueva Carta Magna. Resulta imperioso que
la izquierda revolucionaria y los sectores más conscientes del MP pongan a éste
en guardia frente a los llamados
de sirena de los GMRS, los que sólo pretenden enmarcarlo dentro de la legalidad
de ésta democracia gorila, arrastrándolo a participar del espurio plebiscito
del 25 de octubre (y en los procesos electoreros venideros), teniendo ello como
requisitos que se allane a abandonar su radicalidad, su opción por la lucha
ilegal y antisistémica, y se avenga a elegir como sus representantes a aquell@s
que Ellos les mandaten.
Estas
últimas fuerzas, a la postre reaccionarias, que en conjunto con las derechas
económica y política las consideramos componentes del bloque político de
Estado, tan sólo buscan distraer de sus metas históricas a los millones de
activ@s democrátic@s y revolucionari@s movilizad@s, quienes claramente no
desean meras reformas, sino que aspiran a un nuevo Chile, donde prevalezcan de
verdad la igualdad y la justicia. Seamos claros, no existiendo en Chile una
democracia de verdad, toda forma de vía o proceso constituyente, en especial de
aquel que se inicia con el plebiscito de octubre, no resulta ser más que el
cebo que aquel bloque político ha dispuesto para engatusar a las fuerzas populares
y lograr que bajen sus banderas y cedan a sus pretensiones.
No podemos
terminar el presente trabajo sin anotar lo que, nos parece, resultan elementos político-sociales
claves en el período inmediato: *No se puede regresar este año a clases, en
ninguno de los niveles educativos; *Resulta indispensable otorgar el descanso
suficiente a l@s docentes que realizan sus clase online; *Se debe dotarles a
ell@s, así como a l@s estudiantes que lo requieran, de equipos y conexiones de
red adecuados para su desempeño; *Una exigencia algo postergada, pero ineludible
de enarbolar, debe ser el fin del Sename y elaborar una propuesta desde el
campo popular para desarrollar un sistema integral de acogida y desarrollo de
la infancia desvalida y en riesgo sicosocial; *El MP y l@s activ@s democrátic@s
deben hacerse uno con la exigencia de libertad a tod@s l@ PP: Mapuche, de
Ramiro y los que cayeron durante ésta seudodemocracia, y la de los más de 2 mil
apresad@s desde la insurrección de octubre; *Justicia y castigo a los
responsables, civiles y uniformados, de las laceraciones, violaciones y
torturas a las que se ha sometido a miles de personas desde el 18/10; *Por la
estatización de todos los servicios básicos; *Por el fin de las AFP y la
creación de un sistema previsional solidario, de aporte tripartito y de
reparto, que entregue una pensión no inferior a un sueldo mínimo de $580
mil/mes; *Piñera y su democradura deben renunciar; *Que l@s reformistas y
neorreformistas la corten con eso que hay “que defender y profundizar ésta
democracia”, la cual ni ell@s creen que exista en Chile.
Al
finalizar, esperamos que la Protesta
Nacional del 31 de julio, convocada por innumerables organizaciones
políticas y sociales del campo popular con el objeto de pasarle la cuenta al gobierno patronal y dictatorial, se convierta
en un nuevo impulso movilizador en todos los territorios en resistencia
(tomando –como siempre- los resguardos sanitarios necesarios), y en que al
fragor del combate sean enarboladas las justas demandas populares: Pan, Salud,
Trabajo, Techo, Justicia, por la libertad de tod@s l@s PP, Mapuches y chilenos.
Esta jornada de combate -y todas las que vengan- debe demostrar a los sectores
dominantes y a la seudo “oposición” que cada vez son más l@s explotad@s y
oprimid@s decidid@s a luchar por sus legítimas demandas, a recuperar la dignidad
y a conquistar su futuro.
¡Como el
gobierno dictatorial insiste con su ‘mejoría’ a organizar el despliegue y el combate
de la mayoría!
¡Libertad a
tod@s l@s Pres@s Polític@s, chilen@s y Mapuche!
¡Los Pueblos
ya eligieron: luchar por un Gobierno Popular y no participar en el plebiscito mula
del Gobierno-Falsa Oposición!
Círculo de Estudios Políticos Miguel Cabrera
Fernández
Julio-agosto,
2020
Cerramos éste
trabajo lamentando la partida de una compañera del MIR, MARÍA MONTIEL OYARZÚN,
25/7, en Bolivia, donde se encontraba buscando los restos de su padre, Tirso
Montiel, combatiente internacionalista y militante del ELN (chileno).
Además, recordamos
que un 2 de julio, de 1984, es asesinado por la CNI el mirista, profesor
fundador de la AGECH y directivo del CODEPU, compañero PATRICIO SOBARZO NÚÑEZ.
El 2 y 3
de julio de 1986, en el marco de una nueva Protesta Nacional, se libran los
mayores combates populares en contra de la dictadura cívico-militar. Desgraciadamente,
el día 2 son detenidos, golpeados y quemados por una patrulla militar CARMEN
GLORIA QUINTANA y RODRIGO ROJAS DE NEGRI, resultando éste último muerto a raíz
de sus heridas y Carmen con secuelas de por vida.
Recordamos,
también, que el 24 de Julio de 2015, es asesinado el compañero NELSON
QUICHILLAO LÓPEZ a manos de FFEE de Carabineros, mientras se desarrollaba una
manifestación de trabajadores del cobre en El Salvador.
Conmemoramos
un año más de la detención (entre el 27/5/74 y el 20/2/75) y posterior
desaparición de 119 compañer@s, 100 de ell@s camaradas miristas, a manos de los
esbirros de la dictadura, crímenes que se intentaron ocultar mediante un
montaje: la operación Colombo. A esta mentira contribuyeron, propalando falsedades
y desinformando, La Segunda y El Mercurio.
¡Que la rojinegra
ondee alto por nuestr@s camaradas caíd@s en la operación Colombo! ¡Honor y
gloria para ell@s!
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