“NADA EN LO QUE ME QUEDA DE VIDA, SERA
MAS IMPORTANTE QUE HABER SIDO MILITANTE DEL MIR.
Jorge Palma Donoso, quien fuera militante del
MIR, murió en la ciudad de Bruselas mientras
cumplía cuarenta y cinco años de extrañamiento. De haber llegado a la totalidad
de la condena podría haber vuelto a Chile a la edad de 107 años.
Jorge fue un destacado miembro de la resistencia
popular. Su compromiso militante venía desde antes de 1970. Se incorpora
tempranamente a las luchas estudiantes mientras se encontraba en la educación
media.
Durante los primeros años de dictadura, su
familia fue duramente reprimida y es el periodo en que su hermano es detenido
por la DINA y hasta los días actuales se encuentra en paradero desconocido, es
un detenido desaparecido.
La llegada a la cárcel pública en 1983 de Jorge
Palma y otros fue un motivo de alegría; habían logrado salvar sus vidas luego
de estar semanas bajo torturas en el Cuartel Borgoño de la CNI.
En aquellos tiempos la dirección de la Cárcel
Pública estaba en manos de Ronald Bennet, quien se destacó no solamente por su
trato cotidiano despectivo para con todos los presos políticos, sino por su
participación en el envenenamiento dirigido a prisioneros políticos con una
bacteria conocida como Botulina.
Somos el gesto altanero en cautiverio/ somos y
por ser lo que declaro, el diario desafío en la mesa del tirano.
Largos periodos de confinamiento en celdas
aisladas del resto de la población penal, se recuerda como la galería 17. Allí
durante meses aislados, sin poder tener contactos con los otros prisioneros
políticos fueron notificados la fiscalía pedía pena de muerte para Jorge Palma
y los otros que eran parte del mismo proceso.
En aquel año malo, la dirección interior del MIR
sufre un duro golpe, la CNI logra detectar a dirigentes que se encontraban en
la clandestinidad y prepara una cacería que significará el asesinato de parte
importante de la dirección nacional.
Todos fueron ejecutados, en calle Janequeo y
Fuente Ovejuna. Actuaron las brigadas de la CNI comandada por Alvaro Corbalán
Castilla y Fuentes Morrison, quien algunos años después pagara sus cuentas
viendo cómo se perdía la mañana muy temprano.
Eran esos años de resistencia, de rayados y
panfletos con acciones sencillas y otras de mayor envergadura. Todo era
fundamental para lograr detener los años de exterminio que desató la dictadura
y que se ejecutaban sistemáticamente.
Los falsos enfrentamientos, los allanamientos
masivos, la dura represión era necesario enfrentarla dignamente como desde los
tiempos de la colonia frente al imperio español.
Romper el aislamiento al que estaba sometido
Jorge Palma fue una batalla constante con las autoridades de la cárcel, pero
finalmente después de un año pudieron reencontrase con los otros prisioneros.
Lo cotidiano en la cárcel era el estudio, el
análisis de lo que sucedía en el país y en el resto del mundo y confeccionar
artesanía que era una forma de sustentar la vida en la prisión.
En 1984 Jorge Palma fue trasladado a la
penitenciaría de Santiago, recinto en el que se fusilaba a los presos
condenados. De público conocimiento es que las condiciones jurídicas para las
defensas de los presos políticos eran extremadamente difíciles. Amenazas
constantes de parte de los efectivos de la CNI, la agresividad de los fiscales
militares, el insulto, para la fiscalía militar todo era válido. Nunca existió
legítima defensa. Los argumentos eran las confesiones que habían sido obtenidas
bajo torturas y en su gran mayoría redactadas por la CNI para más hacer creíble
las acusaciones de los detenidos.
En el mes de octubre de 1985, los presos
políticos que se encontraban en la galería seis de la penitenciaría intentan la
fuga, que detectada por gendarmería. La represión se desata de forma muy
agresiva y muere en aquel intento Víctor Manuel Zúñiga. Los presos políticos
que lo intentaron fueron baleados estando en el suelo. Jorge Palma pierde un
riñón y deberá pasar un largo periodo de confinamiento en solitario.
En los años 85/86 el MIR enfrenta una dura crisis
como organización revolucionaria. Palma Donoso optó por una de las corrientes
que surgieron en aquella crisis. Nada nuevo en la izquierda chilena y
latinoamericana. Se discutió todo, nada se escondió y el MIR tiene dos
corrientes para entender las formas de intervención en la lucha
antidictatorial.
Los presos políticos mantuvieron en sus largos
años de encierro un trabajo político constante con las organizaciones sociales.
La campaña NO a la pena de muerte concitó un fuerte apoyo a nivel nacional e
internacional. En un momento hubo catorce presos políticos bajo estas
condiciones muy delicadas.
En todas las manifestaciones realizadas en las
prisiones, Palma Donoso participó de forma activa. Su aporte al debate político
fue constante y se preocupaba siempre de construir opinión. No eludió nunca la
confrontación con militantes de otras organizaciones de izquierda que se
encontraban en prisión.
Sentimos mucho su partida. Dedicar años a la
batalla contra el modelo y los militares habla de la entrega generosa de Palma
Donoso, nuestro compañero militante.
Nos quedamos recordando las acciones de la
resistencia popular en la que participó el compañero Jorge Palma y que ayudaron
a la tarea de avanzar hacia un sistema y modelo democrático muy cuestionado en
el que debate actualmente la patria.
Los que recorrimos pasillos, rejas y candados
juntos y por años, quedamos muy dolidos, nada desaparece, cambiar todo es tarea
enorme y pendiente.
Por Pablo Varas
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