Se nos ha hecho llegar por parte del Círculo de Estudios Políticos Miguel Cabrera Fernández (Paine), un acabado análisis político correspondiente al mes de octubre y las perspectivas para el mes de noviembre, en donde se aborda la coyuntura política instalada tras la realización del fraude electoral que la clase dominante instaló en Chile desde el 12 de noviembre de 2019 en voz del tirano Piñera. Por el contenido, alcances y aporte que realiza desde lo teórico a la lucha de los oprimidos nos parece pertinente publicarlo y difundirlo.
Brigada de Propaganda MIR Luis Alberto Barra García
Noviembre 04 de 2020
A pesar de toda la parafernalia electorera y los cantos de sirena multiplicados ad infinitum por el aparato mediático-ideológico manejado tanto por la dupla Gobierno/Derecha como por los Grupos Mantenedores y Reproductores del Sistema (o sea, la autodenominada “oposición”), dirigidos a atraer a la masa de votantes a participar de un proceso que nunca ha sido ni será constituyente, dichas fuerzas no consiguieron dirimir la impasse abierta desde agosto entre ellas y el Movimiento Popular (MP). Las dos primeras, que con el gran empresariado conforman el Bloque Político de Estado (BPE), se ven sometidas luego del 25 de octubre a intensas convulsiones internas producto de los apetitos que despiertan en sus filas los eventos electorales venideros. En tanto, buena parte del MP se siente reconfortado por los resultados de aquella jornada, pero, en su conjunto, se le ve confundido respecto a los pasos a seguir y sin duda que la movida electorera sirvió –por ahora- para quitarle el impulso que había logrado coger al conmemorarse el primer año de la rebelión popular del 18 de octubre de 2019, cuando a lo largo del país logró desplegar masivas y rupturistas movilizaciones.
En torno al mentado plebiscito, la seudoizquierda avecindada en la exNM y el FA se la jugó por tratar de romper la unidad político-social del MP, intentando hacerlo partícipe de la actual y monopolizada práctica política (tan cara a sus medios y fines) y si bien una parte considerable de éste último acude a las urnas a sancionar la trampa constitucional tendida por el BPE, esta porción es capaz de mantener cierta consistencia y se opone a que el 78% del ‘Apruebo’ se vea institucionalizado. Lamentablemente, el reformismo, liderado por el PC y que se expresa en sus instancias análogas US y Apruebo Chile Digno (y en todas las otras que maneja directamente, como la CUT), que en un principio acusó que el quórum de una eventual convención constituyente era muy alto y que “no era una Asamblea Constituyente verdadera”, igual terminó por aceptar el bulo y llamó a su militancia y periferia a participar del torcido referéndum. Ahora, Teillier y los suyos se enfrentan a la difícil tarea de intentar parecer alternativos en un escenario en que la mayoría nacional los asimila con los Grupos Mantenedores y Reproductores del Sistema (GMRS) y hasta con los derechistas devenidos en ‘aprobadores’ y ‘demócratas’. Para mayor desdicha del PC y su inveterado anhelo de conformar alianzas con la DC y la burguesía reformista, el rol de bisagra entre la izquierda legal y la flamante UC lo tendrá el FA; o sea, aquellos sectores que encarnan el neorreformismo, que muy pragmáticamente pasaron de acusar a la exNM de defensores del modelo heredado de la dictadura a pactar con ellos listas de candidatos, y de exigir una Asamblea Constituyente a participar de lleno en una Convención no constituyente.
Ya había quedado claro con la rebelión del 18 de octubre de 2019, pero ahora, luego de un año de aquel colosal movimiento, se encuentra escrito a fuego en la historia política de nuestra formación que tanto los sectores populares que votan como los que no lo hacen aspiran a avanzar por un camino que los aleje del actual sistema de dominación/explotación, el cual identifican claramente como heredado de la dictadura cívico-militar. Y precisamente aquel sistema es el mismo que ha sido promovido por tres décadas por las derechas política y económica y resguardado tan celosamente por los que hoy se invisten de “opositores”, y por ende, cada día que pasa desde el 25/10 y se acerca la elección de “constitucionales”, aumenta la tirria popular a que sean los mismos de siempre, los que se han aprovechado de los pueblos y los/as explotados/as para habitar el Olimpo del poder, los que se dispongan a redactar la Constitución que regirá el país y su vida social. Y tienen sus razones, ¿o acaso no es cierto que para lo que sigue se usarán los mismos mecanismos electorales de la Constitución dictatorial de 1980, se impondrá la minoría antidemocrática gracias a los 2/3 y pasará un camello por el ojo de una aguja antes que los independientes representen algo en la dichosa convención?
Parafraseando a Miguel Enríquez podemos afirmar, con total razón, que las elecciones nunca resuelven por sí mismas los problemas de las clases subalternas y que sólo los plantean, lo que pudiéramos complementar con lo dicho por otro agudo revolucionario, Federico Engels, respecto que ellas también sirven para mostrar tendencias políticas dentro de la población en general. Luego, a partir de los resultados del plebiscito no constituyente del 25/10, tendríamos que sacar las siguientes lecciones: la mayoría nacional sabe a ciencia cierta que el actual modelo de sociedad y de vida en Chile es antihumano e inicuo, y que ella opta por un cambio profundo y que de verdad propicie una formación social con mayores niveles de justicia política, social y económica.
Por cierto, no necesitábamos de elecciones para constatar dichas realidades, pero ya se sabe que para los sectores dominantes ellas sirven para dar la imagen que la dictadura de una clase sobre las otras es una feliz democracia, mientras que para los GMRS es la forma de justificar su “perspicaz” táctica de ‘abuenamiento’, de humanización, del feroz sistema de dominación, además de permitirles acceder a cargos de representación o a hacerse funcionarios de algún aparato estatal y disponer de cuotas de poder y riqueza como que no quiere la cosa. Estos últimos son los imbéciles que no entienden que el famoso, “no son 30 pesos, son 30 años” también tenía que ver con ellos y su cretino desempeño.
Con todo, un elemento político importante para la causa de los pueblos, explotados/as y marginados/as de Chile vendrá dado por las diferentes estrategias a desplegar por los sectores de la izquierda reformista y neorreformista, de una parte, con aquella que enarbole la revolucionaria, de otra. Qué duda cabe que los primeros se entregarán de lleno al juego de los sectores dominantes, en términos de proseguir por el camino seudoconstituyente que, en el mejor de los casos, desatará algunos nudos dictatoriales de la Carta anterior, pero no dejará de mantener las bases de un Estado que no es otra cosa que la maquinaria de opresión de una ínfima pero poderosa minoría contra la mayoría y garante de la riqueza de un puñado de multimillonarios. Tal es la estrategia a seguir por el PC y sus cercanos, el FA y cierta izquierda que pugna por entrar al circo (PC-AP, MIR Demetrio, etc.), los cuales usan y abusan del camino legal, pacífico, para justificar una supuesta y permanente “falta de condiciones” para desarrollar otras formas de lucha más radicales; práctica política que, aparte de llevarlos a marchar a la cola de los enemigos de los pueblos, les permite acceder a cargos y funciones en los que se sienten tan cómodos como los esclavos domésticos en la época de la Roma imperial. Porque, en una palabra, no es cierto que éste cacareado proceso seudoconstituyente vaya siquiera a debatir los conflictos en lo económico y político que han acompañado a la república desde su fundación y menos vaya a culminar con un cuestionamiento de las bases fundamentales del modelo prohijado en la dictadura cívico-militar, como la supremacía del mercado (léase el poder del capital monopólico-financiero) ni el Estado subsidiario. Porque, si lo llegaran a hacer, el bloque en el poder no tardaría un segundo en recurrir a la columna vertebral del Estado de clase, las FFAA y de Orden, para dirimir a su favor tal contradicción.
Pero, lo que nos interesa traer a colación son las posibilidades de la izquierda revolucionaria en relación con las tareas que debiera enfrentar en lo porvenir. Primeramente, señalemos que si de algo sirvió el fraude del 25 de octubre pasado fue para señalar la línea que, dentro de la izquierda en general, separa nítidamente a aquellos que decidieron seguirle el juego a los sectores dominantes de los/as revolucionarios/as que denunciamos el tongo seudoconstituyente y que priorizamos la construcción del contrapoder popular y la acción rupturista para alcanzar los objetivos políticos de los/as explotados/as y marginados/as de Chile. Y si bien la izquierda revolucionaria no tiene un gran peso absoluto, el punto es que cuenta con la calidad moral que le otorga el haber estado desde antes del 18-O de 2019 luchando por aquellos objetivos y sigue bregando junto a los sectores democrático-populares movilizados, consecuente y firmemente. Luego, el objetivo táctico-estratégico actual de los revolucionarios y sus aliados es evitar la conciliación de clases y el debilitamiento del MP, al cual intentan atraer las fuerzas que dan vida al BPE: las derechas política y económica, la exNueva Mayoría y los neorreformistas del FA, ansiosas por conseguir desalentar la extensa activación popular y por seguir adelante con su acuerdo de dominación ‘por arriba’ o pacto de gobernabilidad. De lo que se trata es que aquel movimiento golpee la mesa con decisión y entré a terciar en la coyuntura, poniendo en cuestión el expoliador y excluyente sistema de dominación y explotación, sin atender a los furibundos llamados a suspender las movilizaciones callejeras, sobre todo por parte del PC/US y el FA, para poder ellos participar en el fraude que cocinarán el gobierno patronal, la derecha y la casta político civil. Por cierto, impulsar movilizaciones como las ya anunciadas para noviembre y más allá, sería una excelente iniciativa a ser desarrollada por las fuerzas populares y revolucionarias, a través de la práctica de la acción directa masiva como forma didáctica que demuestre a la mayoría nacional el camino que de verdad le conducirá a su liberación y a la construcción de una sociedad mejor.
En el período, podemos observar que prosigue la criminal escalada de violaciones a los DDHH por parte de los delincuentes uniformados: brutal fue la represión durante el primer viernes de octubre contra los manifestantes en la Plaza de la Dignidad, cuando un adolescente de sólo 16 años fue empujado al Mapocho por un paramilitarizado de la COP (exFFEE); otro tanto ocurrió con el castigo aplicado a quienes se movilizaron con ocasión del primer aniversario del 18-O, cuando en la Población la Victoria de la capital otro joven, Aníbal Villarroel (26), fue asesinado a balazos por Carabineros; ambas policías mantienen y refuerzan el cerco represivo contra las comunidades Mapuche y caen con extremo rigor sobre las movilizaciones emprendidas por estas en las urbes del Wallmapu, etc. A pesar de lo descrito, desde el inicio de octubre, las fuerzas populares fueron capaces de organizar focos de resistencia en diversos puntos del país, tal como ocurrió el viernes 2; el 5, de lucha por los PP chilenos/as y Mapuche; el 9, repitiendo las acciones para un día viernes, etc. Pero, sin duda que el momento álgido fue la conmemoración del primer aniversario de la insurrección popular del 18-O, en que la respuesta de los/as activos/as democráticos/as y revolucionarios/as a la represión fue contundente y logró imponerse a ésta en P de la D y en varios centros urbanos a lo largo del país; se hostigaron diversas comisarías; se produjeron cortes de calles, caminos (en Wallmapu) y carreteras (Melipilla, Padre Hurtado, Coquimbo, etc.); manifestaciones masivas, como una emotiva marcha a casa de Fabiola Campillai para brindarle apoyo o columnas de decenas de miles de ciclistas en diversas ciudades, etc. El saldo de este segundo ‘18’: 118 uniformados heridos de diversa consideración, 8 cuarteles atacados (6 en la RM), 700 detenidos y se calculan más de 300 mil manifestantes, sólo en Santiago. Las acciones populares se registraron desde Arica a Puerto Montt y se extendieron hasta el viernes 23. Por cierto que la celebración del resultado del 25/10 no fue menor en cantidad de manifestantes en P de la D y en varias ciudades, pero el aparato mediático oficial se preocupó mucho de destacar “la alegría y la paz de la jornada”, execrando a quienes osaban rebelarse al cerco policial.
El gobierno patronal prolonga su agonía, exhibiendo una debilidad política que sólo compensa con la represión y el oportuno apoyo de los GMRS. Sus propuestas económicas, una y otra vez, no logran dar respuesta a las acuciantes demandas económico-sociales de la población más carenciada y son incapaces de apuntalar a las PYMES, así como a los sectores productivos de la formación. La economía, sin la aplicación de lo que son urgentes medidas contracíclicas y que apoyen a los actores mencionados, se mantiene achatada, con índices de la actividad económica que siguen a la baja en dos dígitos, aunque la última informada –de septiembre- mostró un decrecimiento de un 5,3% gracias a una relativa mayor movilidad. Y luego del apabullante ‘Apruebo’ del domingo 25, se demuestra quien manda en Chile: SII le rebaja impuestos a los rateros de Penta y se refuerza el rol de las AFP como pivotes dentro de la reforma previsional anunciada por la dupla ejecutivo-congreso. Por si fuera poca la crisis social actual, es inminente el ofrecimiento por parte del gobierno de un miserable 0% real de reajuste para el sector público, ante lo cual cabría esperar una respuesta contundente de los gremios en los que se organiza el sector.
La emergencia sanitaria a causa del COVID-19 sigue un curso incierto, a lo que contribuye una baja tasa de exámenes de detección y un pobre seguimiento o trazabilidad de los contactos, en un contexto en que, inexplicablemente, se suspendió el aporte MINSAL a los equipos que realizan las acciones mencionadas a nivel primario de salud.
Creemos que varias de las situaciones descritas contribuirán, en el corto y mediano plazo, a un potenciamiento de las luchas populares por demandas inmediatas y democráticas. Frente a ello, las agrupaciones revolucionarias deben prontamente avanzar a conseguir mínimos grados de coordinación y levantar las banderas de la organización y la lucha más ofensiva posible, insertándose fuertemente en los sectores más avanzados y rupturistas del MP. Su deber es aportar con el elemento subjetivo que tanto se echa en falta: el proyecto político nacional de los explotad@s y excluid@s, además de avanzar con el MP hacia objetivos más de fondo, verdaderamente políticos, que se pueden resumir en: “Que la Crisis la paguen los ricos”, “A construir el Programa y el Poder de los Pueblos y la clase Trabajadora” y “A retomar la Ofensiva Popular”. Y no partimos de la nada. Existen hoy y se siguen multiplicando docenas de Asambleas Populares Territoriales, Comunales y Provinciales; de Comedores y Ollas Comunes; de Comités y Colectivos de Solidaridad social y política, etc., todas las cuales brindan el sustento organizativo para el despliegue de un proceso de luchas populares con perspectiva insurreccional.
Al finalizar, esperamos que las jornadas de Huelga y Protesta Nacional del 12 y 13 de noviembre, convocadas por una amplia gama de organizaciones político-sociales del campo popular con el objeto de pasarle la cuenta al gobierno patronal y dictatorial, se convierta en un nuevo impulso movilizador en todos los territorios en resistencia (tomando –como siempre- los resguardos sanitarios necesarios), y en que al fragor del combate sean enarboladas las justas demandas populares por el Pan, la Salud, el Trabajo, el Techo, la Justicia y por la libertad de tod@s l@s PP, Mapuches y chilenos. Que estos nuevos combates demuestren a los sectores dominantes y a la falsa “oposición” que los sectores más conscientes de los pueblos y l@s explotad@s se encuentran en disposición de lucha y decididos a conquistar sus legítimas demandas.
¡Contra el gobierno dictatorial a organizar e impulsar el combate popular!
¡Libertad a todos l@s Pres@s Polític@s, Chilenos y Mapuche!
¡Los Pueblos no estamos para perder el tiempo con tongos constitucionales; sólo la Unidad y la Lucha nos harán Libres!
Círculo de Estudios Políticos Miguel Cabrera Fernández
Octubre-Noviembre, 2020
Durante octubre, recordamos las muertes a manos de nuestro enemigos de muchos/as revolucionarios/as: el 5, los 46 años de la caída en combate del Secretario General del MIR, camarada MIGUEL ENRÍQUEZ ESPINOSA; el 9, en Bolivia, la del comandante Ernesto ‘Che’ Guevara; el 15, cae combatiendo –hace 39 años- el camarada MIGUEL CABRERA FERNANDEZ, PAINE, Comandante del Destacamento Guerrillero Toqui Lautaro del MIR; el 28, son detenidos, torturados y asesinados por carabineros los dirigentes el FPMR CECILIA MAGNI CAMINO, comandante Tamara, y RAÚL PELLEGRIN FRIEDMANN, comandante José Miguel.
Cuando el 30 de octubre se conmemora el Día Nacional del/a Ejecutado/a Político/a, recordamos con el puño en alto a tant@s compañer@s asesinad@s a mansalva durante la dictadura cívico-militar y en éste esperpento de democracia, todos/as ellos/as ejemplos de rebeldía y consecuencia con la causa de los pueblos de Chile.
En noviembre, recordaremos luchando: el 5, a l@s camaradas del MIR ARACELY ROMO ÁLVAREZ y PABLO VERGARA TOLEDO, asesinados mediante explosivos en 1988; el 12 y 14, respectivamente, a los peñis masacrados por Carabineros ÁLEX LEMUN y CAMILO CATRILLANCA; el 15, el crimen del compañero lautarista ARIEL ANTONIOLETTI por parte de la PDI; y el 30, el hallazgo -hace 42 años- de restos de detenidos desaparecidos en los Hornos de Lonquén.
Combatiremos también al conmemorar el 1er aniversario del gran Paro y Protesta Nacional llevado a cabo los días 12 y 13 de noviembre (y lo continuaremos el 14 y también después), movilización de una fuerza tan tremenda que hiciera chillar a Piraña clamando por un pacto político del BPE y que se traduciría en el “Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución”, del 15/11. Luego de un año de éste compromiso ‘por arriba’, cristalizó una de sus primeras medidas: el plebiscito seudoconstituyente del pasado 25 de octubre, y los frutos de esa espuria alianza se seguirán reproduciendo, para la gloria de los dueños internos y extranjeros de la riqueza y el poder, así como para la satisfacción de las sanguijuelas que por 30 años se han hinchado gobernando para sus amos. Sin embargo, los pueblos y los revolucionarios/as no hemos dicho nuestra última palabra.
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