ALGUNAS CONCLUSIONES (SIEMPRE PARCIALES) DEL FORO-DEBATE A 54 AÑOS DE LA
FUNDACIÓN DEL MIR.
A 54 años de la fundación del Movimiento de Izquierda
Revolucionaria, MIR, el proyecto político sigue en pie…
A eso de las 18:20 de la tarde
del sábado 10 de agosto comenzó el foro-debate convocado por la Coordinadora
Nacional del MIR, en lo específico por el Regional Santiago Araceli Romo. Unas 40 personas se dieron cita al
hecho. Eran Compañeros y Compañeras de
distintas edades, primando los ya no tan jóvenes, algunos jóvenes, un Compañero
que viajo desde la Quinta Región, un Compañero que viene apenas retornado desde
el destierro (Hugo Marchant Moya) e incluso una pequeña niña de 6 años que se quedó
atrás a la hora de entonar el himno que dio inicio al foro.
Esto de las edades, lo señalamos
en función de uno de los tantos elementos que se analizaron en transcurso del
debate. Y ello, porque se consultó por
la ausencia de los jóvenes. Sin embargo,
en el desarrollo de las ideas y propuestas quedó a firme que la lucha es de
clases y no generacional. Así mismo, en
esa misma sintonía, queda clarísimo en el debate que uno de los tantos
elementos que ha sido capaz de imprimir la clase dominante en las subalternas
son las nocivas ideas postmodernas (que no son tan post ni tan modernas,
tampoco), que tienden a relevar la fragmentación de las fuerzas sociales. Recordemos que ya desde los ’90 se escuchó,
lamentablemente, aquello de “que lo social es lo social y no puede ser lo
político” o “que lo sindical es lo sindical y no lo social o lo político” o “que
para el primero de mayos sólo se debe gritar consignas laborales y no políticas”,
o sea, el sistema de dominación busca fragmentar la lucha, las luchas y lo
logra debido al reflujo, precisamente, de la lucha de clases.
Otro tema analizado fue aquello
de hacer realidad, hacer concreto, observar en la realidad cuando alguien habla
de “los tremendos trabajos territoriales que existen”. En consonancia con esta tesis, se llegó al
consenso que todos los movimientos sociales o estallidos sociales existentes
desde 2006 a la fecha han sido conducidos por la ex concertación hoy nueva
mayoría y por el frente amplio. Queda al
debe la conducción revolucionaria.
Todavía quedan dando vuelta
conceptos que provienen desde la clase dominante. Por ejemplo, caracterizar de “fascista” al
régimen surgido del golpe militar, cuando el propio MIR lo tipificó como la dictadura
militar del capital monopólico-financiero.
Otro concepto que se usa como moneda de uso corriente, pero que no
caracteriza la actual fase del desarrollo capitalista chileno es el de “neoliberal”. El capitalismo chileno no es neoliberal. En Chile no existe la librecompetencia, no
existe el libremercado, no existen los precios de equilibrio, el Estado fija
los salarios mínimos y las tasas de interés, el mercado está plenamente
regulado y todo ello en función de la burguesía monopólico-financiera. Asumir un concepto ideológico, proveniente
del enemigo, nos hace un flaco favor.
Chile: La formación social que
nos toca en suerte transformar. Todos y
todas perciben que el Chile de 2019 no es el mismo de 20 ó 30 años atrás. Por lo tanto: no es posible homologar el 4 de
septiembre de 1970 o siquiera marzo de 1973 con el Chile de 1990 o de
2019. Es en ese plano, que hablar de
todas las formas de lucha, incluyendo lo electoral, nos hace retroceder. Lo electoral no es una forma de lucha. Cada voto que ingresa a las urnas no hace más
que legitimar la ilegal constitución política de 1980 y con ello validar la
explotación, la impunidad, las afp y un gigantesco etcétera.
El Compañero Guillermo Rodríguez,
en las postrimerías del debate, señaló lo que viene siendo esencia: es la
estrategia de guerra popular prolongada la que debe seguir siendo el eje rector
de una política revolucionaria.
Agregando que cualquier cosa que se realice, por más mínima que parezca debe
estar en función de dicha estrategia.
Finalmente, y como corolario o
conclusión, siempre parcial: todo indica que lo esencial pasa por ir avanzando
en la acumulación orgánica de fuerza militante, que en su despliegue permita la
constitución de fuerza social, política y material para poder vencer. En tanto, queda en pie el poder unir las
voluntades de todos los sectores políticos de la izquierda revolucionaria.
Quedo a firme marchar juntos para
la marcha de septiembre, llevando la mayor cantidad de banderas rojinegras o
las banderas que se identifican con las políticas de la izquierda
revolucionaria.
Hacer más que decir, avanzar
desde lo simple a lo complejo, no enredándose tanto en los distintos y eternos
diagnósticos.
Ahora es cuando.
COORDINADORA NACIONAL DEL MIR
Agosto 11 de 2019
PD: Pronto saldrá la grabación
del foro-debate y la hemos de difundir.
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