SEÑORES FUNDACIÓN MIGUEL ENRÍQUEZ PRESENTE
CARTA ABIERTA A PASCAL ALLENDE
Con
motivo del lanzamiento del libro “La primavera del MIR” donde participa como presentador Andrés Pascal Allende, quien
ante la pregunta: ¿Qué pasó en Neltume?, entrega
una serie de argumentos que, por decir lo menos, no se corresponden con la verdad histórica que está implícita
en este importante y valioso
acontecimiento correspondiente al que hacer de la lucha consecuente de la historia
de nuestro Partido
y que por lo mismo,
merece ser tratado con la máxima rigurosidad ética y política
por parte de los miembros
de esta organización revolucionaria y más aún si se trata de un compañero
que por largos
años ejerció como Secretario General.
Decir que el Proyecto Guerrillero “Toqui Lautaro” fue concebido como
“un trabajo preparativo de una zona
de retaguardia y para lo cual se destinó un pequeño grupo de compañeros (5)”; sostener que “esto no era
una guerrilla, que no había una columna guerrillera”. Decir que “algunos
compañeros habían tenido que replegarse a la montaña
al no ser acogidos por los campesinos de la zona, sumándose al grupo de
los 5”. “Que los combatientes
integrantes del DGTL habían recibido instrucción guerrillera por si se extendía el accionar armado”, entre otras
cosas, es faltar a la verdad, y lo que es más
grave es que se distorsiona y manipulan las decisiones estratégicas
impulsadas por el MIR y que se corresponden con los Principios Fundacionales de su nacimiento.
Quizás sería bueno recordarle a Pascal, por si se le olvidó, que en
varios documentos partidarios se
habla de que nuestra estrategia para la revolución chilena es la estrategia de la Revolución Proletaria, concebida como un proceso
de acumulación de fuerza social
revolucionaria y que, armada moral y materialmente, será capaz de
enfrentarse a la dominación burguesa e imperialista, derrotando y destruyendo su poder político
y militar para conquistar el poder para las clases populares. Y se agregaba:
la revolución proletaria en nuestro país solo se puede materializar a través de la
Guerra Popular y Prolongada, única
manera de enfrentar la violencia reaccionaria y derrotar a las fuerzas
militares del régimen sobre
las cuales se sustenta la dominación burguesa.
En el desarrollo de esta línea estratégica, nuestro Partido, el año
1978, formuló un Plan Táctico-Estratégico,
conocido por el mundo mirista como el “Plan 78”. Este Plan se sustentaba en una serie de constataciones
que el MIR hacía de la situación política nacional
que básicamente tenían que ver con a partir del 1977 se comenzaba a producir una inversión en las tendencias de la lucha de clases:
se detenía el avance de la contrarrevolución, poniéndose fin al
reflujo de masas; las fuerzas del campo popular empezaban a tomar la iniciativa, a recuperar fuerzas, a
desarrollar enfrentamientos tácticos
contra la Dictadura; se reanimaba el movimiento sindical y de los cesantes y adquiría fuerzas la lucha por los Derechos
Humanos. Se decía que nuestro Partido, pequeño y débil aún, ya había salido del repliegue y empezaba a tomar la iniciativa a
través de la propaganda armada menor y el impulso de las
primeras manifestaciones abiertas de la lucha
democrática independiente.
Algunos de los lineamientos centrales que contenía el Plan 78 eran: como objetivo estratégico el avanzar
hacia una creciente
acumulación de fuerza
social, política y militar que nos permitiera, a largo plazo,
derrocar la Dictadura, desde abajo, y establecer un Gobierno Democrático Popular y Revolucionario. Como objetivo
inmediato, se buscaba el empantanar el proceso de institucionalización del nuevo estado dictatorial. Se buscaba extender
y fortalecer la Resistencia Popular
como un movimiento de orientación democrático-revolucionario, de carácter
anti dictatorial amplio.
Se veía en el desarrollo de la resistencia armada no
solo una línea estratégica fundamental, sino
además como factor tácticamente decisivo para remontar la presencia
política de la resistencia y abrir espacio
al desarrollo de la lucha anti dictatorial de masas. La táctica de la lucha
armada debía comenzar
por la propaganda armada como factor de acumulación de la fuerza militar primaria y
preparación de las condiciones para el paso a la lucha guerrillera urbana, suburbana y rural. El instrumento
fundamental para el desarrollo de estos
lineamientos era el Partido. El esfuerzo estaba en reorganizar y reconstruir el Partido nacionalmente. La prioridad
estaba en los principales centros
urbanos, en la zona campesina Sur y en el valle central,
entre Santiago y Valdivia. Estas serían las zonas sociales, políticas y geográficas principales para el desarrollo de la Guerra
Popular. Como apoyo importante a estos planes se alentó
el retorno de cuadros desde el exterior y la
construcción de una retaguardia de apoyo directo
y especializado al Frente. Había expectativas
de que se desarrollaría en Chile un proceso de remontamiento de la lucha reivindicativa y democrática de masas. Aprovechando esta tendencia histórica
e interviniendo en ella para impulsar
movilizaciones anti dictatoriales, ofensivas y directas, acumulando una fuerza militar inicial a
través de la propaganda armada, se preveía que
era posible llegar a producir, en un plazo de 3 años, una situación de
extensa agitación social, de auge de
la resistencia anti dictatorial y de quiebre del orden público impuesto por la Dictadura. Ello, más el trabajo
preparativo militar, nos permitiría pasar a extender la lucha guerrillera y avanzar en el desarrollo social, político y militar de la Guerra
Popular. Esta es la perspectiva estratégica y táctica
que guió el desarrollo del trabajo de preparación, reconocimiento y habilitación de zonas y bases para la instalación de fuerzas militares
y guerrilleras en el Sur de Chile.
De estos claros y convincentes argumentos políticos, tácticos-estratégicos se desprenden
los proyectos de Neltume y Nahuelbuta. Este ambicioso plan estratégico consistía
en la apertura de 2 frentes guerrilleros rurales en la zona Sur del país, asentados en los espacios
favorables de la Cordillera de los
Andes y de la Costa,
respectivamente.
La apertura
de frentes guerrilleros supone o implica
la conformación de fuerzas permanentes, el desarrollo de combates
ofensivos contra el enemigo, tendientes al aniquilamiento
de sus fuerzas y destrucción de sus medios técnicos de combate. El desarrollo de combates defensivos contra el enemigo
tendientes a la conservación de la fuerza
propia y la disputa del espacio. Por otro lado, el desarrollo de un trabajo político
en las zonas de los frentes
tendientes a ganar la población y organizar la sobrevida de las fuerzas.
Por tanto, las fuerzas guerrilleras que operen allí, son en esencia fuerzas
destinadas al combate y con la dedicación completa
de su tiempo en función
de la guerra y de la conformación del Ejército Revolucionario del Pueblo.
Son fuerzas permanentes en cuanto a su presencia en el espacio
geográfico que se les ha definido, e
irregulares en cuanto a su táctica y arte operativo que desarrollan y a la forma de combate con el enemigo, pero
regulares en tanto su organización interna. Es
así como se concebía el frente guerrillero y es lo que intentamos
implementar. Estas fuerzas guerrilleras obedecían a un Mando Político-Militar dependiente directamente de la Dirección
Nacional.
Se definieron para su implementación, a lo menos, 2 fases bien
definidas, previas a la irrupción del
accionar combativo: En la primera fase
se deberían realizar tareas de reconocimiento,
exploración y acondicionamiento de una zona base y en una segunda etapa, el acondicionamiento operativo del terreno:
confección de mapas propios, establecimiento de rutas operativas, construcción de tatús,
etc.
Las zonas geográficas escogidas para el asentamiento de las fuerzas
guerrilleras fueron:
1) Neltume, como Frente
N°1: este frente dadas las condiciones geográficas de topografía y vegetación que la hacen defendible, presenta
condiciones estratégicas que
favorecen la lucha irregular y la táctica guerrillera. En esta zona existían antecedentes de una importante
presencia partidaria y de una tradición de lucha del movimiento de masas (conformación del Complejo Forestal
y Maderero Panguipulli), a la
vez que un elevado prestigio del MIR. Este frente era nuestra dirección del esfuerzo principal, aquí se conformaría una columna guerrillera del orden de una Compañía. (45 a 50 combatientes)
2) Nahuelbuta, como
Frente 2: concebido como una fuerza que en lo estratégico tenía un importante rol: era una fuerza
que mediante su accionar debía provocar la desconcentración y dispersión de la fuerza
represiva del enemigo.
A su vez, por su elevada densidad poblacional, esta
zona representa potencialidades para el rápido
crecimiento de unidades combativas menores y muy móviles y el empleo activo del apoyo de la población
circundante. La columna constituida en este frente sería del orden de un Pelotón. (15 a 20 combatientes)
La
apertura de los frentes guerrilleros supone elevar a un nivel superior el
desarrollo de la lucha militar (urbana
y suburbana), lo que a la vez supone también
la existencia de una serie de condiciones previas, políticas,
sociales y militares a nivel nacional y regional, además de una serie de condiciones específicas locales en función de lo frentes o guerrilla misma. Esas condiciones nacionales apuntan sintéticamente a que: en su globalidad y con el esfuerzo partidario
en su conjunto político, el frente guerrillero sea parte, continuidad, o esté en correspondencia con el proceso de
lucha política y militar que el Pueblo esté desarrollando en ese momento
contra la Dictadura. A que en lo social
la
guerrilla sea asimilada, aceptada y apoyada por las masas populares, tanto a
recibirla como propia, como su
participación en ella. A que en lo militar el enemigo no pueda articular
o disponer del conjunto de sus recursos
para cercar, neutralizar y aniquilar a las fuerzas del frente, sino que, al
contrario, se vea sometido a un constante desgaste y dispersión de fuerzas y medios, producto del accionar militar de
todo tipo de fuerzas y en todo tipo de terreno.
A partir de estas definiciones, durante el segundo semestre del año
1978 se comienza a poner en práctica el “Plan 78” y que contó con una primera
acción de carácter
simbólico altamente valorado por la militancia radicada
en la Retaguardia que fue el ingreso clandestino al país del Secretario General
(Pascal Allende). Se comienzan a conformar una gran cantidad de Unidades de Traslado al Frente, en todos los países en donde había
miristas y en donde el Partido se encontraba organizado. Esta tarea fue
asumida por miembros del Comité
Central que se desplegaron por todo el exilio y la convocatoria tenía que ver con asumir el reingreso
enmarcados en distintas
tareas y responsabilidades. Es así como el compañero
Paine asume la responsabilidad de visitar a los
compañeros que conformarán el futuro Destacamento Guerrillero, que en el tiempo pasó a llamarse Destacamento Guerrillero
Toqui Lautaro. Y a quiénes convocó el Paine?
A compañeros que reunieran a lo menos las siguientes características: a) militancia comprobada b) experiencia en el trabajo campesino, c) algún nivel de instrucción militar,
c) dentro
de lo posible ser de la zona elegida.
Operatividad: todos los convocados deben estar en condiciones de traslado y abandono de sus respectivos países a partir
del marzo del año 1979.
El destino sería una Escuela
de Instrucción Guerrillera en Vietnam, pero luego de que se presentaran algunos
problemas de coordinación con los compañeros vietnamitas, la Escuela
es trasladada a Cuba donde
llegan todos lo convocados y ya en julio de ese mismo año se daba
comienzo a la instrucción, instrucción que tiene que ver, básicamente, con “Guerrilla Rural”:
Principios, Fundamentos,
Táctica, Armamento, manejo de Explosivos, elementos de Topografía. Hay que precisar
que en esa Escuela; que llevó por nombre “Luciano
Cruz” la cual estuvo conformada por 3 Pelotones (22
combatientes cada uno, organizados en Escuadras) y cada uno de ellos se correspondía con tareas específicas:
Pelotón 1 conformado por los compañeros
destinados al Frente Nahuelbuta, Pelotón 2 integrado por compañeros destinados al Frente Neltume y el Pelotón
3 integrado por compañeros destinados a distintas tareas
de apoyo a los Frentes
Neltume y Nahuelbuta.
Yo, como integrante del Pelotón 2: Frente Neltume, luego denominado
Destacamento Guerrillero Toqui Lautaro, a cargo del compañero Paine, asumo responsabilidades específicas que tienen
que ver con la tarea
de abrir un frente guerrillero en las montañas
de Neltume. (Nunca se me dijo que yo ingresaba
al Frente para “hacer trabajo
campesino”).
Y por qué Neltume?: los argumentos centrales que le dan razón a esta
decisión tienen que ver con: a) porque topográficamente es la mejor zona de todo el país, por extensión, espesura y rutas de entrada y salidas en todas direcciones. B) porque existe un
conocimiento
básico del terreno dado a que 7 de los 15 integrantes del Destacamento son oriundos del lugar y c) porque se
cuenta con un gran trabajo político social del MIR en la zona producto de todo lo que fue el proceso
de “Tomas de Fundo”, conducidas por nuestros compañeros y que terminan
con la conformación del COMFOMAP.
Estando en plena instrucción el Mando decide conformar una patrulla de
avanzada, conformada por 7 compañeros (entre los cuales
me encuentro) los cuales tendrán
como misión ingresar a Chile
por la montaña y directamente a la zona elegida para preparar condiciones para recibir al resto del
contingente el cual comenzará a ingresar a Chile próximamente. Comenzamos a trasladarnos al Frente en enero de
1980 y ya en marzo nos encontramos instalados en la montaña (no todos porque algunos, por mala información acerca de la ruta de ingreso,
tuvieron dificultades a la entrada por lo que se integran posteriormente)
Será en el mes de octubre de ese mismo año (1980) cuando, con el
ingreso de Paine, se conforma el
Destacamento del orden de un Pelotón, el cual está conformado por 15 compañeros y 1 compañera, organizados en 3 patrullas de 5 combatientes cada una.
Las tareas a desarrollar por la Fuerza serán: a)
Exploraciones, b) Acondicionamiento del Terreno, c) Aprovisionamiento, d) Construcción de tatús.
Este es el cuadro real de lo existente en Neltume al momento de ser sorprendidos por el enemigo, con las consecuencias ya
conocidas y que, en algún momento, pudiera ser
sometido a una evaluación colectiva de todo lo sucedido, tanto en lo
negativo como en lo que tiene que ver con las enseñanzas que quedan y que no son pocas.
Por todo lo dicho anteriormente, en lo personal, como sobreviviente a
esa “compleja y dolorosa
experiencia”, como dice Pascal, en honor a nuestros valiosos compañeros caídos en Neltume, siento que no puedo dejar pasar la afrenta
que significa la “distorsión y postura revisionista” de la historia
que hace públicamente Pascal Allende porque siento que Neltume es para la historia del MIR
la plena consecuencia de lo que fue la esencia
del mirismo, emanada de los fundamentos políticos e ideológicos que le
dieron la razón de ser. Pudimos habernos
equivocado en la implementación, pero nunca en lo que tiene que ver
con nuestros principios. La guerrilla
no es un invento de “los instructores cubanos”, como lo sugiere Pascal, definitivamente no es así, la
Guerrilla siempre estuvo en las definiciones y planes del MIR y de todos los movimientos revolucionarios latinoamericanos.
Los
compañeros caídos en Neltume fueron militantes revolucionarios y orgullosamente Guerrilleros del Mir y de nuestro
Pueblo. Siempre nos preparamos para hacer la revolución y en el MIR aprendimos que para lograr
el objetivo final deberíamos construir el Ejército Revolucionario del Pueblo con el fin de derrotar
al ejército burgués
y tomar el Poder.
Pascal Allende dice en esa intervención: “Neltume
es un símbolo y debe seguir siendo
un símbolo” y tiene razón, pero para que su sentencia no se trasforme
en una frase sólo de
buena
crianza, debe hablar con la verdad, porque la verdad es la base de la justicia
y lo menos que reclaman y merecen nuestros
compañeros y compañeras de nuestro Partido
caídos, a través de toda nuestra historia, es ser tratados con justicia
y respeto por su generosa entrega a
la causa del MIR y de la revolución chilena.
PAINE, PEDRO, PABLO, CAMILO, GABRIEL,
JORGE, VÍCTOR, RIGO, OSCAR caídos en las
montañas
de Neltume, en palabras del CHE: alcanzaron el eslabón más alto que puede alcanzar la especie
humana, el ser REVOLUCIONARIO Y GUERRILLERO y su ejemplo
debe ser la luz que ilumine
por siempre la historia de nuestro Partido y el necesario y urgente proceso
revolucionario que haga posible liberar
a la Humanidad de la esclavitud imperialista.
MOISÉS (Sobreviviente del DGTL.)
EN EL MES DE UN NUEVO ANIVERSARIO
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