A RAYARLES
EL VOTO Y A SEGUIR LA LUCHA POR LA DIGNIDAD DE LOS PUEBLOS DE CHILE
La dictadura del capital
monopólico-financiero se ve tan reluciente como hace 50 años, desde aquel brutal
y asesino 11 de septiembre de 1973.
Desde el 11 de marzo de 1990; es decir, hace 33 AÑOS, se forjó una santa
alianza que une a todos los partidos políticos de la derecha, a los que
formaron la bastarda concertación -que en su devenir sumaron al partido
comunista- y últimamente el frente amplio, que en su momento se presentó como
una opción distinta al engendro milico-cívico-patronal que desde 1986 gobierna
para los patrones y las transnacionales. Sin embargo, todos ellos y durante
estos 33 años, sólo han sostenido y mantenido una institucionalidad que permite
que el 1% de la población se apropie del 49% del producto interno bruto. Y es a
esta dictadura del empresariado, que dura ya 33 años, que los partidos
políticos viejos y nuevos se atreven a llamarle democracia, cuando en lo
concreto la soberanía popular está secuestrada, ejecutada política y detenida
desaparecida, con quórum electorales dejados por Jaime Guzmán y sus compinches.
La derecha, el frente amplio,
el partido comunista y “socialismo democrático” se hacen los desentendidos
sobre las motivaciones, la extensión y los alcances del levantamiento popular
del 18 de octubre de 2019, hecho político de profunda significación, en donde
los jóvenes fueron capaces de arrastrar a cientos de miles detrás de ellos para
exigir el fin de este simulacro de democracia.
Antes bien, se atrincheraron en el llamado del genocida Piñera, conocido
como “acuerdo por la paz y la nueva constitución”, en un intento de cambiar
todo para no cambiar nada. En esa línea, llevaron a cabo un primer proceso
seudoconstituyente, sin poner término a las concesiones mineras, al carácter
subsidiario del Estado, entre otros muchos factores antipopulares y pese al
voto obligatorio y a todo el peso del mismo Estado para hacer aprobar tal
cuerpo jurídico, ese primer intento de solución por arriba a la crisis de
representatividad nacional abierta en octubre de 2019 fracasó, simplemente
porque se alejaba de lo que en verdad es soberanía popular y porque había sido redactada
por expertos de dudosa fidelidad al bienestar de la mayoría nacional.
Sin comprender nada y
demostrando que se pasan por la raja conceptos básicos de la misma democracia
burguesa, los de siempre van ahora por un segundo intento de cambiar todo para
que nada cambie. Vuelven los expertos y se les agregan las expertas, sigue el
secuestro de la soberanía popular, prosigue el voto obligatorio, el carísimo
transporte público será gratis para ir a votar, siguen los quórums impuestos
por la dictadura militar y el impopular congreso se atreve a interponer un comité
técnico que podrá admitir o no lo que le parezca de la comisión de expertos/as;
es decir, tendremos constitución del 80 con otras firmas.
En tanto, los salarios se
reducen consumidos por las alzas, como que la canasta básica de
alimentos cerró el año pasado con un salto del 28,2%, doblando la ya de
por si inquietante inflación oficial histórica de 2022, de casi un 13%. Junto a lo anterior, asistimos a un proceso de estanflación
económica, con bajo crecimiento y producción, gran inflación y una demanda comprimida,
todo lo cual nos lleva a concluir que la crisis la está pagando y lo seguirá haciendo
la clase trabajadora, en tanto que los grandes monopolios se mantienen a
resguardo. A estas sanguijuelas, Gobierno y oposición les aseguran sus
ganancias y las condiciones para seguir concentrando la riqueza, esto a través
de la permanencia del inicuo y desigual esquema de siempre, pero sin estímulos
económicos estatales en favor del consumo y de los sectores productivos. Luego,
a olvidarse de autopréstamos, de un 6º retiro de fondos o de cualquier mejora
en los ingresos.
A la par, la santa alianza
política de los de arriba, conformada desde republicanos al partido comunista, se
dedica a blindar y perfeccionar la maquinaria represiva (recordemos la ley
antibarricadas, que sanciona hasta el que “baila pasa”), permitiendo que los
pacos y el conjunto de las fuerzas armadas puedan asesinar legalmente (legítima
defensa privilegiada le llaman), violar sistemáticamente los derechos humanos y
seguir siendo el brazo armado del Estado capitalista y de la farsa de estos 33 años
que se atreven a llamar democracia.
Ante la obligatoriedad del
voto para lo del consejo constitucional,
el próximo domingo 7 de mayo, sugerimos marcar más de dos
preferencias en el sufragio (para que sea considerado nulo) y rayarlo con
alguna demanda social y popular que nos parezca importante y urgente de solucionar, sacarle una foto y difundirlo
por todas las redes sociales. Así, les podremos aguar la fiesta a
los que por 33 años han gozado de los beneficios del poder político y
manifestar abiertamente lo que en verdad es trascendente para la mayoría
nacional. Proponemos como rayados: no+afp, no+simce, no+isapres, financiamiento
digno a la educación pública, fin del cae, educación y salud gratuitas, sueldo
mínimo de $600.000, fin al impuesto específico de los combustibles, libertad a
los presos políticos, desmilitarización del Wallmapu, autonomía y determinación
del pueblo-nación mapuche, juicio y castigo a piñera, no+tag, todo el cobre y
los recursos naturales para Chile, fin al monopolio del agua, internet
gratuito, fin a los pactos que nos someten al imperialismo y un largo etcétera.
NO AL VOTO OBLIGATORIO;
AUNQUE SI EN VERDAD SIRVIERA PARA ALGO, DE SEGURO ESTARÍA PROHIBIDO
AVANZAR HACIA UN NUEVA
REBELION NACIONAL Y POR LA VICTORIA POPULAR DEFINITIVA
A CONSTRUIR EL PLIEGO
DE LOS PUEBLOS, LOS/AS TRABAJADORES/TRABAJADORAS, LOS/AS EXPLOTADOS/AS
A LEVANTAR ASAMBLEAS POPULARES
Y TERRITORIALES
BASTA DE MIGAJAS,
QUEREMOS TODO EL PAN CON CHANCHO Y MANTEQUILLA
SÓLO LA LUCHA NOS HARÁ
LIBRES
Abril 08 de 2023
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