AL PASO DE LUCIANO CRUZ AGUAYO
15 de agosto
de 1965. Chile ya no sería el mismo. Por segunda vez, en
nuestra Historia, se establece que sólo la lucha, franca, directa, armada, en
contra de la burguesía, la patronal, criolla e imperialista, posibilita la
construcción de la sociedad Socialista, estructurada en el Poder
Popular. La primera vez, fue el heroico pueblo-nación Mapuche, que
prolonga su Resistencia hasta el minuto.
15 de agosto de 1965, cristalizaba la Izquierda Revolucionaria en Chile, la Izquierda de nuevo tipo.
15
de agosto de 1965. La unidad de diversas voluntades, que provienen
desde la Izquierda Tradicional y desde una Izquierda con posiciones
revolucionarias, que transitan por una lectura vivificante, fresca, adecuadas a
nuestra realidad, del creador del Ejército Rojo. Además, voluntades
Libertarias, que aportan la impronta antiburocrática, que apuntan hacia una
organización plenamente democrática, alegre, desmarcada de la rigidez de los
partidos hegemónicos de la izquierda electorera. Por último, pero no
menor, los Trabajadores, expresados en sindicalistas de clase, insobornables
ante el Estado de Compromiso imperante. Nos referimos a Clotario
Blest y Humberto Valenzuela. Lo último, echa por tierra la crítica,
proveniente desde el reformismo, de que el MIR “no es más que un movimiento
compuesto por estudiantes pequeños burgueses, que juegan a la revolución”.
15
de agosto de 1965. Se rompe el inmovilismo teórico, impuesto por los
“intelectuales orgánicos” del reformismo. Se profundiza la
investigación de la formación social chilena. La conquista hispana
NO TUVO UN CARÁCTER FEUDAL, como lo señala la tradición reformista, sino que
tuvo un carácter capitalista, de un capitalismo deformado, con una
lumpenburguesía, que jamás fue “nacional” y por lo tanto nunca ha sido
progresista y menos capaz de llevar a cabo una revolución
democrático-burguesa. Por lo tanto, el carácter de nuestra
Revolución debe ser de carácter permanente e ininterrumpido. Los
aportes teóricos del MIR, luego se expresarán en la tipificación del Estado de
excepción impuesto tras el golpe militar del 11 de septiembre de 1973: Se trató
de una dictadura militar y no de un fascismo del nuevo tipo, y menos de un
bonapartismo. Además, se logró establecer que era una dictadura
militar subordinada a la fracción monopólico-financiera, hegemónica del bloque
en el poder. Estos aportes teóricos han sido abandonados por las
nuevas generaciones de la rojinegra. Hoy, se habla de
“neoliberalismo”, repitiendo la misma cantinela que entrega el reformismo, que
convoca a una lucha “antineoliberal”, cuando de lo que se trata es luchar en
contra del capitalismo inserto en la segunda fase del imperialismo, fase
abierta entre 1980-1990, que asimismo señalaba el Maestro Luis Vitale, a quien
le debemos la declaración de principios aprobada el 15 de agosto de 1965 y
otros documentos fundamentales del Partido.
15
de agosto de 1965. El MIR incorpora a la alianza revolucionaria de
clases a los POBRES DEL CAMPO Y LA CIUDAD (las minas y los puertos,
como rectificó el Maestro Vitale). Con ello, se ampliaba el espectro
de las fuerzas motrices de la Revolución. Se incorporan
los cristianos y católicos a la lucha de liberación nacional y
social. Se establecen lazos con los Mapuche y los campesinos sin
tierra, con los sin casa, el estudiante pasa de la sala de clases a la lucha de
clases. Hoy, debido al reflujo de la lucha de clases, se vuelve a la
eterna discusión de que si son o no los trabajadores u otros el sujeto
histórico de la Revolución. Ante ese nudo gordiano,
expresamos: todo aquél o aquella, que siendo explotado u oprimido, y que
asumiendo concientemente esa condición, adopte una posición de lucha y combate
en contra del sistema de dominación capitalista, debe ser parte de las filas
de la Revolución Socialista.
15
de agosto de 1965. Una nueva generación de cuadros
revolucionarios. Agitadores, pensadores, combatientes. Una
camada de mujeres y hombres, dispuestos a hacer y vivir la Revolución, con
una valentía y osadía admirables. Hombres y mujeres, alegres,
subversivos, pletóricos de sueños, encarnando en sí mismos el proyecto, la
“Idea” como dicen los Camaradas anarquistas.
1987,
marca la diáspora de uno de los referentes de la
Izquierda Revolucionaria. Ello, coincide con la segunda derrota
del Movimiento Popular, que podemos situar en 1986. Luego, desde
1990 hasta hoy, asistimos a un período en donde de a poco se ha ido remontando
la crisis de los que queremos derribar el capitalismo. Ciertamente,
son esfuerzos aislados, preñados por la desconfianza, la apatía y por sobre
todo, aplacados por los formidables mecanismos de dominación social
establecidos por la burguesía.
Sin
embargo, la extensa familia mirista, la inagotable cultura mirista, l@s del
Tres Letras desde el 18 de octubre de 2019 pueden apreciar como se vuelve al
cauce histórico de vivir y hacer los cambios fundamentales, desde lo simple a
lo complejo, desde el cacerolazo, las velatones, las barricadas, avanzando a la
huelga general popular, construyendo el Pliego de los Pueblos, l@s Trabajador@s,
l@s Explotad@s, instalando el Poder Popular como forma de gobierno local,
mandando a la cresta a los electoralistas de toda laya, incluso los que se
apellidan “Pueblo” cuando en realidad son parte de la injusticia e impunidad de
estos últimos 32 años, validando 47 años de hegemonía burguesa. Como dijo una antigua militante del MIR
tras el alzamiento popular: “podemos dormir tranquilos. Una
generación de relevo se ha hecho presente”.
Porque en la Asamblea Coordinadora de Estudiantes
Secundarios, ACES, se aprecia una cantera de nuevos Luciano Cruz
Aguayo, insobornables, incansables luchadores, dando la cara y moviendo al
conjunto del Pueblo.
A
todos y todas, les queremos enviar un mensaje de aliento y que retomen la senda
de Luciano Cruz Aguayo, el líder de siempre, el que imprimió una nueva forma de
hacer política, con el corazón, con el pensamiento, con audacia.
BRIGADA DE PROPAGANDA
MIR LUIS ALBERTO BARRA GARCÍA.
AGOSTO DE 2021.
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